La musicoterapia se considera una terapia alternativa caracterizada por el empleo de la música realizada por un musicoterapeuta calificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
Podrás encontrar en la música una herramienta muy interesante para tu bienestar. No son pocos los que llegan cansados de trabajar y se ponen a escuchar tango, jazz o bossa nova para distenderse, o a la inversa, los que escuchan rock duro o heavy metal para levantar el ánimo. Es que la música tiene una extraordinaria capacidad para generar sensaciones en el organismo, y muchos lo tienen bien claro.
Para elaborar una breve historia de la musicoterapia es necesario abrirse paso hacia civilizaciones antiguas. Es en el Antiguo Egipto hacia el año 1.500 a.C. donde encontramos las primeras referencias a los beneficios de la música, en ese caso relacionada a la fertilidad femenina.
Además, el uso de la música con propósitos curativos o para generar bienestar entre las personas también están presentes en la Grecia Clásica, donde los filósofos la utilizaban para prevenir y curar enfermedades. La tradición continuó en la Antigua Roma, donde los autores comienzan a estudiar a la música de forma más puntual y específica, con el fin de resaltar sus propiedades medicinales.
Siglos más tarde, un nombre concreto cobra importancia en lo referente a lamusicoterapia, y se trata del psicólogo y teórico turco-persa al-Farabi(872-950), quien discutió y realizó ensayos sobre los efectos terapéuticos de la música sobre el alma.
Ya en Occidente, con la figura de Robert Burton la musicoterapia adquiere otro nivel. Burton publicó en el siglo XVII su clásico Anatomía de la Melancolía, un libro en el que se discute la génesis de la melancolía y sus características, además de hacer referencia a muchísimas otras temáticas de una forma muy rica y completa. Burton destaca en su libro la importancia de la música y la danza para tratar enfermedades y mejorar la salud mental.
Pero no es sino en el siglo XX cuando la terapia musical comienza a tomar forma y a constituirse como una terapia alternativa independiente y bien definida. Fue a partir de la Primera Guerra Mundial cuando los hospitales comenzaron a utilizar la música como herramienta para relajar a los soldados, y esta experiencia sirvió para inspirar nuevos tratamientos.
En la década de 1950, por ejemplo, la musicoterapia tomó forma definidamente, cuando en Estados Unidos se fundó la Asociación Nacional de Terapia Musical, que lanza una revista de investigación, realiza un congreso y comienza a formar terapeutas especializados en terapia musical.
Las instituciones europeas toman nota de estas experiencias de profesionalización de la disciplina, y por ejemplo en Salzburgo Herbert Von Karajan funda un instituto de musicoterapia orientado a la investigación neurológica del tema, y en la Academia de Viena se comienzan a dictar desde 1958 cursos especializados en terapia musical.
Finalmente, es meritorio destacar la experiencia de América Latina en el tema, pues en este continente la pionera es la Sociedad Antioqueña deMusicoterapia de 1970, y dos años más tarde la experiencia se imita en Colombia, y ambas instituciones se fusionaron en una para trabajar en la Terapia Musical en conjunto.
Lo cierto es que hoy en día la musicoterapia es una terapia alternativa muy bien constituida, y los profesionales la imparten en todas partes del mundo.
Son varias las universidades que dictan cursos y carreras sobre la materia, y para empaparte de la actualidad de la misma te invitamos a visitar la World Federation of Music Therapy y las revistas académicas Nordic Journal of Music Therapy y Music Therapy with old people Alzheimer Dementia Parkinson.