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Antes de irte de vacaciones

Por Anécdotas De Secretarias Erika Martin @erikassistant

Antes de irte de vacaciones

sindrome prevacacional

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Los días previos a las vacaciones son la locura máxima en la oficina. Quieres terminar todo lo que tienes pendiente e irte con la conciencia tranquila. Sin embargo, tu jefe, compañeros y clientes te siguen pidiendo cosas, que tienes que acabar antes de irte.

Lejos de termniar, cada vez tienes más trabajo.

La solicitud de vacaciones

El primer agobio empieza cuando solicitas vacaciones y tu jefe no termina de firmar la hoja o validar la petición en el sistema.

Estoy convencida de que los jefes disfrutan teniendo tu petición ahí sobre la mesa hasta el último momento. Se sienten muy poderosos porque de ello depende que tú, tu familia y/o amigos podáis reservar para iros lo más lejos posible de la oficina.

Además, cuanto más tiempo tarde en firmar la solicitud, menos posibilidades tendrás de encontrar hoteles, vuelos, etc. a buen precio o incluso disponibilidad. ¡Qué poca empatía!

Quizás piense que si la reserva sube mucho de precio, cambiarás de opinión y decidirás no irte de vacaciones. Pues no, jefes del mundo, queremos vacaciones aunque tengamos que quedarnos en casa.

Antes de irte de vacaciones

El caso es que todos los días le recuerdas a tu jefe que tiene pendiente la firma de tus vacaciones, en vuestra reunión de asuntos pendientes. Intentas presionarle, diciéndole que no es por ti, que es que tu familia quiere ir a la playa y que tienes que reservar hotel antes de que se acabe la disponibilidad.

No cuela. Casi siempre mantiene la intriga hasta 5 minutos antes de que se acabe el día previo a las vacaciones.

Confieso que más de una vez me he reservado mi viaje y me he ido de vacaciones, sin tener la hoja firmada.

No sé qué tiene que pensarse tanto. La respuesta es bien fácil: sí o no. Cuando te abstienes, entonces es silencio administrativo, jejeje.

Antes de irte de vacaciones …

A falta del formalismo de la autorización de las vacaciones, sabes que tu jefe te da permiso cuando todas sus frases empiezan así:

– antes de irte de vacaciones, encárgate de este asunto.

– no te vayas sin hacer ésto y lo otro.

De repente se acordará de 200 tareas súper urgentes que tienes que hacer antes de desaparecer de la oficina. La realidad es que todas esas tareas bien pueden esperar a tu regreso.

Algo parecido ocurre con compañeros y clientes. En cuanto les comunicas que vas a desaparecer de la oficina durante unas semanas, también empiezan a pedirte cosas que tienen que estar listas antes de irte de vacaciones.

Antes de irte de vacaciones

A ver si RRHH les apunta a todos a un curso sobre la matriz Eisenhower y así aprenden que:

  • urgente no es igual que importante
  • tus «urgencias» no son las mías

La locura de los días previos a las vacaciones

Tu lista de tareas va creciendo como una bola de nieve. En vez de acabar las cosas, cada vez tienes más trabajo.

Es un no parar de currar e incluso echas horas extras para intentar terminarlo todo.

No sé si ya te has dado cuenta que los días previos a las vacaciones duran 325 horas. Son más largos un lunes o otro cualquier otro día normal a lo largo del año. El tiempo no pasa y el trabajo aumenta a la par que el agotamiento mental y físico.

¡Definitivamente necesitas irte de vacaciones!

Síndrome prevacacional

Parece que si te vas, quiebra la empresa. Ese estrés por intentar gestionar el pico de trabajo, hace que el 30% de los trabajadores sufra el síndrome prevacacional.

Además de la lista de tareas interminable, el estrés  y el cansancio:

  • ya no te concentras porque estás pensando más en tu destino de vacaciones y en tus planes de ocio
  • la memoria empieza a fallarte porque estás a mil cosas y la multitarea nunca fue sinónimo de productividad
  • cada vez que oyes “antes de irte de vacaciones …”, sientes correr fuego por tus venas.

La adrenalina y el cortisol se disparan. Hasta el punto que a muchas personas les da angustia, taquicardias, náuseas, dolor de cabeza y psoriasis.

Esto tiene otro efecto colateral. Cuando te vas de vacaciones y te relajas, los índices de ambas hormonas caen. Te dará lumbago, ciática, diarrea, infección de orina … te pasarás las vacaciones en cama o drogada/o con antiinflamatorios para aguantar el dolor.

¡Vaya mierda de vacaciones! ¿eh? … Tu jefe lo sabe y ,por eso, no te firma las vacaciones. Quiere ahorrarte ese sufrimiento.

El día D

En tu último día en la oficina ya pasas de todo y de todos.  ¿Más tareas urgentes? Pues que las haga otra/o o que quiebre la empresa.

Tu única preocupación de ese día es no olvidarte de activar el «fuera de oficina» en el correo electrónico y poner el desvío del teléfono para que salten las llamadas a otra extensión.

Después de soltarle el marrón de lo que queda pendiente a la persona que te cubre en vacaciones o al jefe directamente sino tienes backup, lo único que haces es pasearte por la oficina, aprovechando cualquier conversación con los compañeros y clientes para informar a todos que te vas y ahí se quedan

😛

Antes de irte de vacaciones

Muchas gracias a Amor GM por darme la idea del tema de este artículo.

Imágenes Anécdotas de Secretarias 

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