Hay gente que piensa que estoy loco por ir el dia de fin de año a pescar, pero yo pienso que si algo me gusta porque me voy a privar de ello por el simple hecho de lo que la gente piense? Por eso quede con otro fanatico de la pesca, Ivan Merchan. Repeti escenario de pesca llegando al agua sobre la una del mediodía ya que nos perdimos por unos caminos y estuvimos mucho tiempo dando vueltas. El dia estaba soleado unos 15º de temperatura como máxima al igual que en la jornada anterior y ni una gota de viento, parecía un espejo el embalse. Esto desde un primer momento no me gusto nada ya que si no hay viento, los grupos de alburnos se suspenden a mas profundidad ya que el viento no mueve el agua batiendo las orillas y levantando y arrastrando alimento para estos ciprinidos con lo que la actividad del lucio es muy baja. Decidi montar en una caña un lipless en concreto un "King Vibration" de AGR y en la otra un piki de 6” de Killer Craft el modelo “Kopito”. No me había equivocado mucho en mis predicciones, los lucios estaban paradisimos, daban algunas picadas pero no se clavaban, estaba pescando mas profundo que en la jornada anterior, entre 4 y 6 metros de profundidad. Al cabo del dia consegui clavar algunos pero todos clavados por pellejinos del labio. Ya a eso de las 4:30 de la tarde decido ir a una isla y pescar un puntal que me llamaba la atención. Al poco de llegar hago un lance con el piki paralelo a la punta trayéndolo despacio por el fondo rebotando contra las piedras del fondo y ya aun por el fondo pero muy cerca del cata me dan una picada bastante fuerte que no consigo clavar, recojo rápido el piki, cambio de caña y cuando va pasando el lipless justo por el mismo sitio vuelvo a notar otra picada bastante fuerte con la diferencia de que esta vez si que lo pude clavar y tras una larga, potente y bonita lucha pude hacerme con un lucio de un tamaño mas que aceptable el cual estaba gordísimo. Fue el ultimo de una jornada de peces duros pero gratificante ya que estos peces son los que mas se disfrutan.