Revista Europa

Antes de que se enfríe el café, Toshikazu Kawaguchi

Por Oviversai

Antes de que se enfríe el café comprende cuatro historias que se articulan bajo el mismo escenario: una cafetería que te permite viajar en el tiempo bajo una serie de normas.

La primera narración de esta obra de Toshikazu Kawaguchi se titula «Novios», aunque yo la titularía «El egoísmo de aquellos que quieren salirse con la suya a cualquier precio».

Joven con éxito a nivel profesional y personal es «abandonada» por su novio. Entre tú y yo, es una repelente, consentida, sabelotodo y caprichosa que hace del personaje alguien insoportable y maleducado. Esta joven se piensa un par de veces las normas para viajar al pasado, con todo, acepta el riesgo de hacerlo. Eso sí, quejándose de todo y fastidiándole todo.

Una de las normas del viaje dice que nada va a cambiar en el presente. Pero para mí cambia todo. No puedo destripar la historia. Pero la propia regla que pone el autor para articular la historia, es incumplida. Cambia por completo la dirección de la relación con su novio tras volver a tener la conversación que tuvieron en el pasado.

Entonces yo creo que una de las cosas por las que el libro no me cuadra y la historia me parece insostenible es porque no cumple con un principio de coherencia. No hay continuidad entre las normas y los hechos sucedidos.

A lo que iba. ¿Por qué lo considero egoísmo puro?

Porque la protagonista de esta primera historia en ningún momento quiere volver al pasado para pedir perdón, para intentar enmendar algún error que haya tenido o para cambiar algo que haya hecho mal a su chico. Ella solo quiere viajar al pasado para sí misma.

Primero, porque le da morbo lo del viaje y no se cree del todo que sea verdad. Luego, para decirle cuatro cosas a su novio. Más tarde, solo por verlo una vez más. Después, para retenerlo junto a ella sin importar lo que él pueda decir, sentir o pensar.

Vamos, que es un dolor de tía y todo tiene que girar en torno a ella.

Normalmente las historias de viajes al pasado suponen algún aprendizaje, se enmiendan cosas que se hicieron mal, se intenta arreglar algún desatino… Pero aquí no.

A mí este libro no me cuadra. La segunda historia es sobre un matrimonio que sufre las consecuencias del Alzheimer. No me resultó creíble la historia y volvemos a tener un personaje que resulta desagradable con la personalidad tan chunga que le da el autor.

La historia de las hermanas, que es la tercera, es que es desesperante. Porque menuda hermana más gili******. Y pretende en un viaje al pasado recomponer toda una vida jodiendo a su hermana con una mala educación y una manera de ser mala que telita marinera.

La última historia, la de la madre y la hija. Pfff.

No entiendo el éxito de este libro, la verdad. Como obra de teatro tiene que ser una pasada. Pero es que vamos, a mí estos personajes me robaban la energía. Y eso que soy lectora, no me quiero encontrar a nadie así en la vida real.
Al final el tema de mejorar el alma de cada uno está muy bien. Pero a mí que no me den a leer esto otra vez que me anula las energías. Qué personajes más egoístas.

Antes de que se enfríe el café, Toshikazu Kawaguchi

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