¿Has vivido alguna vez esta situación?
Tienes un deseo enorme, tan enorme que hasta dirías que te quema. Tal ves sea una inquietud en el área profesional o relacionada con el área personal, da igual, pero es algo que deseas que se cumpla con todas tus fuerzas. Entonces das todos los pasos que están estipulados que deberías dar: Buscas sin descanso, te informas, te formas, intentas mil maneras, vuelves a intentar, haces contactos con las personas oportunas y más, etc. Mientras tu deseo crece y crece.
Pasan dos meses y aún no ves los frutos, pero no importa, no decaes porque sabes que así es la vida, que la vida es una lucha y hay que seguir peleando.
Y así cuatro meses, seis meses, un año. Entonces te empiezas a plantear si al final es posible que todo esto sea una locura, que en realidad tengas que volver a tu estado antiguo (laboral/personal/familiar) porque lo que sea que estás buscando no lo encuentras, no acaba de tomar forma y al final pensándolo bien, antes no estabas tan mal ¿no? Te te dices a ti mismo.Entonces una buena mañana tiras la toalla. Ya está, basta, esto no es para mí, que sigan adelante los demás, los que tengan tiempo, paciencia y dinero para seguir invirtiendo en castillos en el aire, yo me vuelvo a lo seguro. Fin de la historia. Esto que te acabo de contar es moneda corriente de todos los días. Por todos lados nos bombardean con que tenemos que emprender sí o sí, que tenemos que trabajar por nuestra cuenta, que adiós a tu jefe y un montón de lindezas, que están muy bien, pero que no son para todo el mundo. Porque hay personas que prefieren tener una vida disciplinada, segura y sin la responsabilidad de un proyecto propio. Y eso es tan válido como desear independizarse, solo que son diferentes maneras de vivir y ninguna es mejor que la otra, las dos tienen su pro y sus contras. Siempre. Pero si en tu caso aún estás seguro de querer tener tu proyecto propio y este no acaba de despegar, es importante que revises algunas cosas internas y hagas unos planteamientos que van más allá de de comprar un libro o ver un par de videos de YouTube y ya está. Todo esto tiene que ir acompañado de un cambio de conciencia, sino no sirve para nada. Si tu estado de conciencia es exactamente el mismo que desde el comienzo durante todo el proceso, si no ha experimentado un cambio, una expansión, si no se ha movido ni un milímetro del sitio donde estaba antes, tampoco lo hará eso que deseas experimentar. Quiero detallarte algunos puntos a tener en cuenta que te pueden dar una idea del motivo por el que aún después de tanto esfuerzo, no acabas de despegar. No te lo terminas de creer del todoEste es uno de los motivos más básicos pero que nos más nos cuesta reconocer, porque seguro que si alguien te pregunta qué tan seguro estás de lo que ofreces/haces/tienes para dar, tú le dirás que muchísimo, que completamente, pero en el fondo es muy posible que haya una línea débil casi imperceptible que no puedes ver, que te indica que no confías reamente en tu proyecto y te separa de la posibilidad de hacerlo material. Estás repitiendo patrones Al ser humano le encanta lo conocido. Le fascina yo diría que lo vuelve loco. Adora hacer lo que hacen los otros y sobre todo ama repetir inconcientemente historias por más espantosas que sean, aun intentando no repetirlas. A veces son historias propias de las que todavía no se sacó la lección que tenías que aprender y otras veces son historias familiares, que con nuestra presencia intentamos repararlas, sanarlas, hacer todo lo posible para salvar el buen nombre de nuestro clan o de no ser más que ellos para que nos sigan aceptando y no nos tilden de desleal. No crees que vales realmente para eso. Estudiar, prepararse, indagar, practicar, no es suficiente si te castigas a ti mismo, si no crees que eres lo necesariamente bueno para hacer lo que has decidido hacer. La mayoría de las veces los peores jueces, quienes más nos insultan, nos recalcan los errores y nos dicen lo horribles que somos y lo mal que lo estamos haciendo somos nosotros mismos, no los demás. Tener en cuenta estos puntos es crucial. Antes de rendirte o por el contrario, antes de seguir invirtiendo ciegamente en un proyecto de vida detente un momento y analiza qué hay dentro para revisar.Derribar las barreras internas es uno de mis temas preferidos y a lo que más horas le dedico en mi trabajo con personas como tú, por eso siempre que alguien me consulta acerca de un deseo que no puede alcanzar, el paso fundamental antes de iniciar nada y tomar algún plan de acción es investigar dónde están las barreras y derribarlas. Gracias por leerme y estar ahí.
Candela