La ciudad, la realeza, la escritura, el cálculo, el dinero, las leyes, el catastro, el comercio, … todo esto organiza nuestra vida cada día y nos parecen cosas de lo más natural. Pero lo más sorprendente es que el origen de todo ello se remonta a 6.000 años atrás, en el sur de Mesopotamia, entre los ríos Eúfrates y Tigris.
La primera escritura de la historia, la primera contabilidad, los primeros planos de arquitectura, las primeras maquetas, todo ello en una exposición sorprendente que Caixa Forum ha traido hasta Madrid con el nombre de “Antes del diluvio. Mesopotamia, 3500-2100 a.C”.
Unas cuatrocientas piezas arqueológicas venidas de cuarenta museos e importantes colecciones de todo el mundo, se reúnen en esta cita muy especial para los amantes de la historia, la arqueología y el arte que podrá disfrutarse gratuitamente hasta el 30 de junio en Madrid.
Entre las piezas expuestas, muchas curiosidades como una estatua del Príncipe Gudea orando que procede el Musée del Louvre, una corona de oro y lapislázuli de la reina Puabi y joyas funerarias de la ciudad estado de Ur provenientes del Penn Museum de Filadelfia.
Después de casi dos horas paseando ensimismada por todas las vitrinas de la exposición y sin saber realmente donde entretener más mi atención, me quedé ensimismada con unas acuarelas de Maru¡ie Louise Baker. Una colección de soberbias acuarelas del S.XIX , que ilustran la mayoría de las piezas de joyería de la exposición. La verdad es que no hay una sola pieza en toda la exposición que no llamara mi atención, pero he de reconoceros que estaba impaciente por llegar a la zona de joyería, dado que esta se encuentra justo al final de la exposición.
Lapislázuli, cornalina, ágata, ónix, calcedonia y oro… un arco iris de tonos dorados, naranjas y azules completan la colección de joyas mesopotámicas. Unos sencillos y de lo más actuales collares que parece ser fueron montados a los pocos años de encontrarse , siguiendo los cánones y el estilo de los años 20. De todas ellas, me quedo con una preciosa tiara con hojitas de oro que me dejó pegada a la vitrina más rato del razonable, organizando un pequeño atasco en la exposición.
La sala estaba llena de visitantes, pero la verdad es que la exposición está muy ordenada, bien iluminada y es muy cómoda de visitar.
Un plan cultural de lo más apetecible para una tarde de primavera, brindándote después la oportunidad a la salida de darte un paseo por el Barrio de las Letras, que para mi gusto cada día que pasa está más bonito.
OBRA SOCIAL LA CAIXA