En este post daremos un breve paseo por mi garaje, para que veáis cómo lo he transformado con el objetivo de sacarle el máximo rendimiento posible y darle varios usos.
Como ya sabéis por otros artículos, el año pasado me compré este garaje de 40 m2 a pie de calle. Antiguamente fue una pescadería, por eso cuenta con instalación de agua y desagües.
En el momento de la compra, el suelo estaba recién azulejado y las paredes pintadas de blanco. Aún así, estaba claro que si le quería sacar partido, tenía que realizarle algunos cambios (aparte de llamar al fontanero y al electricista).
Lo primero fue una pequeña obra de albañilería. Construí una pared que separaría el área principal del garaje, más amplia, donde normalmente se aparcan los coches, de un pequeño almacén con el fregadero situado al fondo.
En esta foto, ya tengo la pared levantada con su puerta y los espacios divididos:
Seguramente os hayáis dado cuenta, viendo la foto, de que a la izquierda está la estantería a la que le puse las cortinas para ocultar su interior y a la derecha el automático de la luz que tapé con una caja.
Ahora os enseño el almacén/lavandería que queda al fondo, cruzando la puerta:
Para aprovechar la toma del agua y poder instalar ahí la lavadora, desplacé el fregadero hacia la derecha y levanté una separación, formando el hueco. Así utilizo el garaje también como lavandería y me ahorro el espacio de la lavadora en mi cocina.
En cuanto al secado de la ropa, en un principio pensé en colocar una secadora encima de la lavadora, pero la solución del tenderete me parece más ecológica y barata. Además, el garaje cuenta con rejillas de ventilación en varias zonas y tengo una centrifugadora donde la ropa me sale casi seca (puedes ver la centrifugadora en la foto, ese cilindro blanco medio escondido detrás de la estantería, lo digo para que sepas a qué me refiero si no has visto una nunca). Como tengo sitio para colocar un par de tenderetes plegables, es suficiente para colgar las coladas. Ya me he olvidado de tender la ropa húmeda dentro de casa en invierno, qué alegría!
Siguiendo en la foto, reconocerás el fregadero, que también sufrió su propia transformación en "Antes y después de un fregadero".
En el aspecto del almacenaje, todo está hecho con baldas a medida, con el fin de aprovechar el espacio hasta el techo, de la manera más eficiente posible. Gracias a ello, he podido liberar mucho espacio en casa.
Haciendo un inciso: os habrá llamado la atención el microondas situado encima de la lavadora y os preguntaréis qué función cumple un microondas en un garaje....
Pues os diré que como el espacio es tan amplio y está ubicado en la calle, mi intención es aprovecharlo para celebrar comidas, cumpleaños y otros eventos.
Se me ocurren más usos que le puedo dar al garaje. Por ejemplo, todavía tengo que construir mi área de bricolaje, pero ya lo iremos viendo...
De vuelta al recorrido, llegamos al espacio tras la puerta. En el revés de la misma, atornillé unos soportes para sujetar las escobas.
Y detrás, en el hueco que queda entre la estantería y la pared, he colocado dos barras del IKEA para colgar la ropa fuera de temporada (abrigos y otras prendas que en casa ocupan mucho espacio).
Para hacer estos cambios, he tenido que invertir mucho tiempo y esfuerzo, pero no se me han agotado las ideas... todavía me queda imaginación y espacio en este garaje, que ya te iré contando. Por cierto, si se te ocurre algo a ti, estoy abierta a sugerencias :-)
Feliz día a todos y espero tus comentarios!