Hola!
Llevo un lío increíble, recientemente me he abierto una tienda online para vender los tapices que muchos de vosotros ya sabíais, y llegó la hora, así que no he parado entre unas cosas y otras, por eso ya no podéis ver tanto DIY seguido por aquí como antes. Cuando me acostumbre al ritmo de llevar todo a la vez volveré a la carga, porque me quedan tantas ideas por hacer y trastos que recuperar!
Este finde que espero tomármelo de relax, iré por vuestros blogs para actualizarme y ponerme al día, sorry!!
Muchos ya sabréis que a mí me gusta crear objetos a partir de diversas cosas que encuentre, más que tunear algún mueble ya construído, que también me encanta claro!, por eso hacía tiempo que no os enseñaba un antes y después. Hoy os enseño el tuneo de una silla metálica que encontré al lado de mi casa.Sería la silla de un bar...el caso es que me la llevé, la dejé en la terraza y con el tiempo el sol ha ido desgastando el color de la pintura y el brillo, así que entre eso y que el asiento de rejilla ya lo tenía roto, me puse manos a la obra.
Aquí el asiento roto de rejilla de plástico.
La pintura ya mate por el sol...
Lo primero que hice, aunque mi idea era quitarle sólamente la rejilla para "tejer" un asiento con cuerda, finalmente fue quitarle el asiento al completo.
Me acordé de una madera redonda que tenía del contenedor mágico que me podía venir perfecta para esta ocasión, y justo!!Lo bueno de tener casi una habitación llena de maderitas y cosas de todo tipo es que siempre encuentro algo que me sirve para lo que quiero...aunque para buscar algo me puedo volver loca!
Era un tablero redondo con melamina que estaba prácticamente perfecto, pero como no me conformaba con ponerlo sin más y le ví un pequeño arañazo superficial, me puse a pintarlo.
Como yo no utilizo de momento chalk paint, ya que tengo un montón de botes de pintura que amortizar antes, primero de todo lo que hice fue darle una capa de imprimación.
Después una lija suave para alisar.
Y de nuevo a pintar, esta vez con pintura blanca, un par de manos.
Cuando ya estaba seca, se lijó suavemente de nuevo y decidí pintarla con líneas doradas, así que coloqué las franjas con cinta de carrocero.
Fui pintando con un pincel fino y suave para no dejar las marcas del pincel, que ante todo, necesito un buen acabado para quedarme bien tranquila!
La silla la limpié y se pintó con spray, de un rosa pastel que me enamoró cuando lo ví...capas finas para no dejar chorretones y a una distancia considerable. Unas tres capas y listo.
No me digáis que no es una monada el color!!
Sólo quedó pegar el asiento con cola al aro de metal, et voilà!!
Ha sido un cambio completamente considerable, y el tono pastel con la combinación de dorado y blanco me encanta, eso sí, no tengo dónde meterla! La colocaré en cualquier rincón hasta que en verano me decida a sacarla a la terraza...
Y el antes y después
¿Qué os parece el cambio? Yo siempre que tengo que tunear metal suelo optar por usar spray, se queda un acabado perfecto y agarra perfectamente, ¿vosotras qué utilizáis?
Que paséis un buen fin de semana!
Con esta entrada participo una vez más en el Finde Frugal de Marcela.
Nos leemos en el próximo post!