Antes y después
Nuestros padres han comprado un piso en otra ciudad, para estar más cerca de mi hermana -que es la única que ya tiene un puesto fijo y ya ha "puesto el huevo" en un sitio concreto. Se llevarán para el nuevo piso varios muebles de valor que se pueden aprovechar en el espacio (más pequeño) del que dispondrán.
El piso en el que viven ahora, muy probablemente lo alquilarán, pero claro, no es plan de dejar las habitaciones "desnuditas", ¿verdad?.
Por ese motivo fueron a una tienda local de muebles de segunda mano (Rastro Reto), donde vimos varios cabeceros que nos gustaron. Nos llevamos tres cabeceros de madera maciza al módico precio de... **redoble de tambor**: ¡70 euros (los tres, o lo que es lo mismo, unos 23€ cada uno).
A continuación podéis ver lo que hemos hecho con uno de ellos.
Tutorial, paso a paso:
¿En qué ha consistido la transformación?
1- En primer lugar, limpiamos bien el cabecero con un paño húmedo. Tenía un desconchón importante en la parte derecha, del que no tengo foto porque quedó fuera del encuadre en la que hice de su estado inicial. Había otros más pequeños sin importancia en la parte superior.
2- Rellenamos el desconchón con masilla para madera de Aquaplast -la nuestra era en el tono "Pino". Dejamos secar un día.
3- Al día siguiente, mi madre preparó una mezcla de pintura acrílica (del LIDL) para tapar la masilla y otros pequeños desconchones. La mezcla la clavó a la segunda, jeje. A eso se le llama tener ojo para el color.
4- Aunque el tiempo de secado es rápido, es mejor no precipitarse.
5- Llegados a este punto, el de añadir la decoración, hubo que recurrir al Plan B. Intentamos usar unas flores mediante la técnica del decoupage, pero el color blanco se fundía con el del fondo verde, la capa superior de la servilleta se deshacía y el resultado final no quedaba nada bien. Las flores que usamos finalmente, eran de un pliego decorativo de papel de arroz, comprado hace años en una tienda de manualidades durante un viaje.
6- Pegamos los adornos escogidos al cabecero, primero dando unas pinceladas de cola en sitios estratégicos y una vez puestos en el cabecero, encolamos cubriendo con una fina capa la decoración elegida. Esperar un par de horas antes de continuar, para curarnos en salud. 7- Al día siguiente, mi madre aplicó una capa de barniz para cuadros (que es lo que tenía) para proteger la decoración y que no se note al tacto. Mejor usad uno específico para madera.
8 - Para darle un toque elegante a nuestro cabecero, en la misma línea que las flores que hemos utilizados, aplicamos un poco de Goldfinger en las zonas sobresalientes del cabecero. Se puede aplicar con los dedos o con un paño (mejor con el dedo, retirando el exceso rápidamente con un paño o papel). Usamos el tono 'Sovereign Gold'.
9 - El siguiente paso fue aplicar un poco de cera para madera (Alex, en color nogal, que era lo que había por casa) en todo el cabecero con ayuda de un paño. La cera se llevó un poco del goldfinger y del barniz, dicho sea de paso, así que retocamos un poco el dorado.
Y ya tenemos un cabecero, bueno, bonito y barato, al que le hemos dado un toque personal con estas manitas.
Espero que os haya gustado.
Mar
Gracias por compartir :D