Buenos días,
Hoy os traemos uno de nuestros ANTES Y DESPUÉS favoritos, esos que con muy poco consiguen un cambio total. De nuevo la pintura vuelve a ser la protagonista del cambio, ya que con sólo pintar de color negro una de las paredes varía totalmente la imagen de la estancia. Se trata de un salón de estilo nórdico al que le han dado un look totalmente renovado sólo con utilizar el contraste del blanco y negro.
El antes ya nos gustaba, pero nos parece que el después consigue un resultado muy acertado ya que, sin restarle sencillez y elegancia, le aporta más carácter y estilo. Han arriesgado y han ganado muchísimo con ese cambio de pintura, que además combina con otros elementos decorativos y encaja perfectamente con el resto del mobiliario.
ANTES
DESPUÉS
La idea de la moldura en la parte superior de la pared es otro de los detalles que nos ha encantado de este salón (un truco si quieres conseguir que tus techos no se vean tan altos). Además, si os dais cuenta, el negro le da más profundidad a la estancia.
Como siempre la magia de la pintura vuelve a sorprendernos
¿Qué os ha parecido el resultado?
¿Os gustan los contrastes fuertes?