Foto @ APieceOfRainbow.com
La base sobre la que trabajaban era una terraza de un piso de alquiler en el que no se podía intervenir "a conciencia" por eso, antes de plantear la reforma y empezar a trabajar, se impusieron 4 reglas:
- Regla # 1: No perforar ni enganchar nada a las paredes existentes.
- Regla # 2: No pintar las superficies existentes, incluyendo suelo, paredes y techo.
- Regla # 3: Demostrar que todo el mundo puede tener un espacio precioso, no importa cuál sea su presupuesto, por lo que el material principal de la reforma son ¡palés!
- Regla # 4: Aunque les encanta el total look del resultado, todo lo construido deberá ser fácilmente desmontable y transportable en la próxima mudanza.
Los materiales, formas y colores están inspirados en la naturaleza y la cultura de las islas tropicales, desde el agua turquesa a las plumerias amarillas, pasando por las cestas de los pescadores o los techos de hojalata de las chozas de las islas.
¿El resultado? Un balcón sin gracia, totalmente desangelado, se ha convertido en un pequeño resort tropical en el que comer, leer, descansar, relajarse y soñar... ¡a diario!
¿Un gran resultado, verdad?
Veamos su gran trabajo, paso a paso:
El suelo:
paneles de palés teñidos para que se pareciesen madera tropical - más dura y oscura - y pintados con motivos florales en turquesa blanco y amarillo con la técnica del estarcido.
Los muebles: construidos con madera de palé y piedras de playa, y pensados - como el resto de la terraza - para ser trasportados y reutilizados en otros espacios, aquí se ubican contra las paredes - también de palés - que funcionan como respaldo y les dan el aspecto de muebles empotrados.
Las paredes:
para cumplir la regla #1 los paneles de la pared están construidos para sostenerse de pie encajando unos con otros sin necesidad de sujetarlos a la pared. Además, se incorpora un panel de chapa reciclada, en recuerdo de los tejados de hojalata de las chozas de pescador de la isla de Kauai. Las plantas: dos soluciones, por un lado maceteros de madera para camuflar las prácticas - pero no muy estéticas - macetas de plástico, por otro, un jardín vertical en el que los palés forman una especie de estantería inclinada, sobre la que se sostienen macetas con distintas plantas tropicales. Los detalles prácticos: un armario, construído también con palés, sostiene el peso del jardín vertical y sirve como lugar de almacenaje para las herramientas, la regadera, etc. El aplique, también DIY e inspirado en cestas de pesca de Asia tropical, es perfecto para tapar la farola original, poco acorde con el resto.
Proyecto & Fotos @ APieceOfRainbow.com
Como veis, pasar un rato en un resort tropical cada día es un sueño... ¡DIY! O, como dicen sus autores: "¿La mejor parte? Ahora sabemos que no tenemos que esperar a la ubicación correcta, el trabajo adecuado, los ingresos justos, el tiempo correcto... el momento para vivir nuestros sueños totalmente, es AHORA".
Por aquí nos apuntamos a su filosofía y a su Paraíso Tropical, ¿y vosotros,os venís?
¡¡FELIZ TARDE!!