La finca "Hortalaya", situada en el paseo de la Habana nº 147 de Madrid, con una superficie de cerca de 3 ha, proyectada en 1930 en un entorno semirrural, se mantuvo íntegra a lo largo de 90 años. Hasta 2020 la arquitectura del proyecto se conservó con leves reformas. El jardín sobrevivió el paso del tiempo mientras los árboles seguían creciendo en silencio en un entorno cada vez más poblado. Un nuevo complejo de viviendas cierra el último capítulo de la historia de este singular espacio, ahora integrado en el área central de la ciudad.
Finca "Hortalaya"
Ya en el siglo XXI quisieron los dueños de la vieja finca "Hortalaya", situada en el paseo de la Habana nº 147 de Madrid, vender y su deseo fraguó en una promoción que ha eliminado casi cualquier referencia de la antigua Hortalaya, en favor de un atractivo señuelo para nuevos capitales. En una zona que ya nació el pasado siglo XX con ínfulas elitistas y que en este cuarto de siglo XXI sigue viviendo en ellas, el nuevo grupo de viviendas solamente ha mantenido algunos añosos árboles, que han quedado integrados en el complejo residencial, último rastro de la primitiva propiedad.
Arquitecto: Casto Fernández-Shaw
La finca "Hortalaya", de cerca de 3 ha de superficie, encargada por los Sres. de Oñate al arquitecto Casto Fernández-Shaw en 1930, se proyectó como un jardín con huerto: "Con acceso desde todas las calles que lo permitiesen". Con una casa principal que estaba en el centro de la calle de la parcela y en el mismo eje que la puerta de acceso de la carretera del Hipódromo a Chamartín de la Rosa, que era la vía principal, el actual paseo de la Habana.
La casa principal
El hotel o casa principal se proyectó en dos plantas y sótano. Atravesando un pórtico, orientado al este (sitio el más protegido de los vientos en Chamartín), se accedía a la planta baja desde un hall, de donde arrancaba la escalera que conducía a la primera planta. A la izquierda, y orientados al mediodía, estaban las piezas de estar, despacho y cuarto de jugar; al norte estaban situados el comedor, cocina y servicios anejos. Un lavadero, un cuarto de plancha y cuartos de aseo completaban esta planta.
La planta primera estaba destinada al dormitorio de los señores, con capacidad suficiente para la estancia de quince personas con todas las comodidades imaginables o inimaginables en la época, según quien fuera.
El estilo adoptado en todas las construcciones de la finca, fue el de los "cottages" ingleses, y los materiales fueron el ladrillo cerámico al descubierto en las fachadas, cubierta de pizarra, estructura de hierro, carpintería de pino melis, e instalaciones completas de saneamiento, luz eléctrica, calefacción por agua caliente, etc. El presupuesto de esta casa se calculó en 130.000 pesetas.
La casa del guarda
L a casa del guarda estaba instalada en una esquina de la finca, como punto estratégico para la vigilancia. El palomar, el gallinero, el lavadero, la pérgola, la fuente, etc., así como la cerca, estaban hechas con materiales de primera calidad: piedra, ladrillo y cemento.
P royectada en un principio tan sólo para casa del guarda y garage, se dedicó una habitación de la planta baja para servir a los propietarios, mientras se hacía la casa principal. Queriendo estos, no obstante, pasar temporadas en la finca antes de que se finalizase la construcción de la casa principal, se habilitó la casa del guarda para ello, llegando a dormir en ella un matrimonio, siete hijos, un ama y los guardas. Las dimensiones del edificio lo permitían. En el dormitorio de la planta baja había literas. En el comedor se instaló una cama turca para el hijo mayor. En la planta primera estaban las camas restantes. En el "hall" había una chimenea de leña. El garage tenía un pozo para lavar el coche.
La casa del guarda fue al principio un chalet de fin de semana para los amos.
El jardín y el huerto
D os paseos de cinco metros de ancho hacían de camino a los vehículos y a las personas en el interior de la finca. En ese orden, para el concepto de modernidad de la época. Había también una pista de "lawn-tennis", es decir, de tenis en hierba, de dimensiones reglamentarias, situado al mediodía de la casa, asegurando así el sol para la finca, que no tendría la sombra de árbol alguno. Próximo estaba el estanque-piscina, pues sirvía del mismo modo para el riego del huerto y para tomar un baño en verano.
El agua para abastecer la finca estaba asegurado por una toma o "traida" del canal de Santillana y por la que producía un pozo de gran profundidad excavado en la propiedad. De este modo, los árboles frutales y otros ornamentales prometían llegar pronto a plena madurez sin tener que padecer por las sequías del estío .
La nueva Hortalaya
Se trata de un conjunto de edificios de nueva construcción, proyectados por el arquitecto Alberto Martín de Lucio, para el grupo Ibosa , en el solar más codiciado de Chamartín, en pleno barrio de Nueva España, con viviendas exclusivas de 3 y 4 dormitorios, plantas bajas con jardín y áticos, aparcamiento privado y trasteros. La promoción de viviendas, al estilo de las viviendas "playeras" de lujo, se define por sus promotores como un oasis dentro de Madrid. Según muestra la página de la promoción, los cuartos principales cuentan con grandes ventanales, balcones amplios y vistas a las zonas comunes , al jardín privado y a la piscina y sin medianeras con otros edificios, gran defecto de las propiedades comunes eliminado en esta construcción .
Por lo demás, las zonas comunes interiores de la comunidad cuentan con más de 4.500 m 2, con piscina, gimnasio y zonas ajardinadas que incluyen algunos de los árboles originarios de la finca que se ha intentado conservar, la mayoría coníferas .
Referencias.-
Un nombre, un teléfono y una web: los pisos de lujo tras el último gran solar de Madrid. Paseo de la Habana, 147. (Cotizalia. El Confidencial.)
Así es Paseo de la Habana 147: pisos de hasta cuatro millones de euros con jardín y piscina en el centro de Madrid. (El economista. es, 16/11/20)
Venta de Hortalaya. Observatorio del patrimonio. ( Madrid Ciudadanía y Patrimonio.)