Tras unos cuantos días de senderismo por desierto marroquí, llegamos al poblado de Ouled Driss.
Esta localidad es la última zona poblada antes del desierto y se encuentra en el sureste de Marruecos, rodeada por palmerales y dunas. Aquí termina la carretera asfaltada. La mayoría de sus habitantes viven de la agricultura de la palma y del trigo y, también, de la ganadería tradicional.
Ouled Driss es conocido por su espectacular arquitectura: casas de adobe, torreones y callejones cubiertos que conducen a una plaza central dedicada a celebrar ceremonias, fiestas y bodas.
Nos alojamos en el Auberge Camping kasbah Ouled Driss, donde pudimos darnos una ducha después de unos cuantos días de caminata por el desierto. Por la tarde, visitamos la antigua kasbah de Ouled Driss, que data del siglo XVII.
Kasbah es una palabra árabe que significa alcazaba o ciudadela. En Marruecos la mayoría de las kasbah están construidas de adobe y muchas de ellas se encuentran en estado de ruina.
Recorrimos sus callejuelas cubiertas por donde la luz apenas entra. La casa más antigua, construida hace cinco siglos, se ha convertido en un museo sobre la cultura del valle del Draa. Se exponen más de 900 objetos como un horno de pan, ropas de cada etnia, las herramientas para trabajar la tierra, las herramientas de las caravanas de dromedarios, utensilios de cocina, telares, trajes bereberes, etc. Este edificio hecho con adobe consta de dos plantas y tiene un gran patio interior donde se sirve una taza de te a la menta a los visitantes.