Debo explicar que esta tienda es como un herbolario gigante, todo orgánico. Puedes encontrar desde una crema para la cara a una lata de atún, pasando por comida para perros o comida preparada para llevar. El sitio mola, pero la gente que compra allí es rara; o son muy muy flacos o huelen como a porro o a incienso. Tienen una paz diferente, caminan por los pasillos del súper (porque no deja de serlo) como si levitaran. Supongo que será de tanta comida biológica, o de tanto yoga, o de tanto buscar el amor y la paz interior. Estos lo han encontrado fijo. Se les ve de lejos.He pagado un dineral, por una bandejita de sushi y unas galletas para los cachorros (pero pago lo que sea con tal de que se me pegue algo de estos señores raros). Y dicho esto, me he venido a mi hogar y corriendo me he puesto a contároslo. Voy a mirarme un rato a los ojos en el espejo a ver si me noto una mirada más profunda o me veo el aura. Mucho amor para todos.
