Hace unos cuantos años, estas autoras supusieron toda una revolución en el mundo de la literatura juvenil, especialmente por su acérrima defensa del colectivo LGTBI. En 2019, las conocí en un encuentro de lectores que se celebró en Barcelona y me parecieron sinceras, activistas, pero también bastante radicales con respecto a su forma de pensar (especialmente Iria).
Desde hace tiempo estoy coleccionando su obra, todo gracias a ofertas de segunda mano, hasta el punto de tener, no solo 6 libros suyos en las estanterías, sino de incluso haber arrastrado a G en mi coleccionismo. El problema es que durante ese tiempo, mis gustos han ido cambiando y cada vez me siento menos identificada con la literatura juvenil. Por eso, me decidí a leer alguno de sus libros de una vez, antes de que fuera demasiado tarde. ¿Y cuál ha sido el resultado? Ha sido entretenido, pero ya se me ha pasado la edad.
Título: AntihéroesAutor: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Editorial: Nocturna
Encuadernación: Tapa blanda
Edición: 2018
ISBN: 9788416858378
Páginas: 520
Ilustraciones: Kloe de Saga
Libro: 1/1
Sinopsis:
SER HÉROES ERA DEMASIADO ABURRIDO.
Me llamo Yeray Ayala y tengo un secreto. Este libro que tienes entre las manos contiene mi historia, la de otros inadaptados y la clave que nos une a todos: tenemos poderes. Sí, lo sé, vas a pensarte que esto es ficción. Todo el mundo hace lo mismo, porque sois unos aburridos que habéis dejado de creer en la magia.
En cuanto descubrí que podía desaparecer y reaparecer donde quisiera, yo también me dije que era imposible. Después, que era especial. Eso hizo que me aprovechase, claro, y usase mi poder para cosas que no son muy legales... Pero no hablemos de eso. Lo importante es que, cuando una organización que se dedica a atrapar a la gente como yo me capturó, descubrí que estaba muy lejos de ser un caso aislado.
CIRCE es esa organización. ¿Su objetivo? Reacondicionar a todos los que usamos nuestros poderes de mala manera. Convertirnos en héroes.
Pero ¿quién quiere ser un héroe pudiendo ser un antihéroe?
Por qué este título...
"—Por lo general, en cualquier lugar seríamos los antagonistas.
—«Los antagonistas» no suena nada guay —protesto.
Mei observa a Cristian con expresión consternada.
—¿Seríamos los malos…?
—Tampoco eso. No hacemos nada por maldad. Pero normalmente los protagonistas son los que usan bien sus poderes, como CIRCE quiere que hagamos. Son los héroes.
Oh.
OH.
OOOOOOH.
Decidme que habéis pensado lo mismo que yo.
—Nosotros somos todo lo contrario, ¿verdad? —casi grito.
Todos me contemplan como si me hubiera vuelto loco. Es sorprendente, pensé que ya no me tenían por una persona muy estable.
—Sí, supongo… —murmura Cristian, confuso.
Si tuviera mis poderes, empezaría a aparecer y desaparecer dando saltos alrededor de todos. Estoy emocionado. Solo hay un nombre posible, es obvio.
—¡¡Antihéroes!! —exclamo—. Eso somos. Los Antihéroes.
El resto se mira, dudando. Creo que a Esther le hace gracia, porque repite el nombre con cuidado. Alicia se limita a poner los ojos en blanco, lo que viniendo de ella ya me parece un éxito. Cristian hasta muestra el atisbo de una sonrisa.
—No parece un nombre que hable muy bien de nosotros.
—¿Y a quién le importa eso? Un nombre no tiene que hablar bien o mal de alguien. Solo tiene que servir para que quien lo lleve se sienta orgulloso de hacerlo, para tener algo que lo represente."
Opinión:
La premisa me ha recordado mucho a El instituto, de Stephen King, un libro que leí no hace mucho. La diferencia radica en que el libro de King es una novela adulta, mientras que esta es juvenil. Por ello, aquí los personajes no tienen mucha profundidad, no sufren mucho y no se ahonda en las consecuencias a nivel internacional, sino que principalmente tira por la vía fácil en la que todo es de color de rosa.
Quizás lo que más me ha gustado de la obra es el tema de aceptar la diversidad. Había oído críticas de gente que consideraba que las autoras se habían pasado con la representación porque todos los personajes eran LGTBI de forma poco natural. A mí no me lo ha parecido. Sí, hay dos lesbianas y un personaje transgénero, pero no resulta nada artificial. Además, el romance y todo el tema de la identidad de género está en la historia de forma naturalizada, sin que sea el centro del conflicto. Los personajes mencionados podrían ser heterosexuales y no cambiaría en nada. Me parece maravilloso que las obras tiendan a esta naturalización.
La idea de aceptar la identidad se refuerza con los poderes sobrenaturales de los protagonistas, pues a causa de ello se sienten rechazados por la sociedad. Deben luchar contra esos prejuicios y el miedo que les hace esconderse para salir del armario. Como veis, toda una alegoría a la libertad que deberían sentir las personas que forman parte del colectivo LGTBI.
Por lo demás, es una novela juvenil entretenida. La trama es sencilla y no me ha generado mucho interés, porque en gran medida me ha parecido previsible, pero tampoco busca tener muchos giros. La narración es muy buena de seguir y hacen uso de constantes referencias al mundo actual para conectar con los lectores.
En cuanto a los personajes, están bien caracterizados, pese a que hay cinco protagonistas, hasta el punto de que cada uno tiene un tono distinto para narrar la historia. Esta está escrita en primera persona y los personajes se diferencian muy bien porque escriben distinto: Yeray es muy gracioso y rompe la cuarta pared para hablar con el lector como si fuera su amigo, Mei tiene un tono muy infantil, Esther escribe cartas a su yo del pasado con una letra manuscrita, Alicia es el centro de todo, mientras que Cristian pasa muy desapercibido. Destacar que el tono de Yeray me ha recordado mucho al de Percy Jackson y, teniendo en cuenta la complejidad de la trama y de los personajes, si no fuera por la cantidad de páginas que tiene lo recomendaría para los más jóvenes.
Para mí, que ya he superado esta etapa y busco obras más maduras, el libro ha resultado ser una decepción, pero no con ello quiero decir que sea un mal libro en absoluto, sino que es perfecto para aquellos con menor bagaje lector, pues la historia es entretenida y da un buen mensaje. Ahora bien, si buscáis profundidad y reflexión, aquí no lo vais a encontrar.
Es falta de profundidad la vemos en el desarrollo de los poderes, los dramas internos de los personajes, el tema de los antihéroes o CIRCE. Los protagonistas tienen habilidades muy variadas (telequinesis, teleportación, viajar al pasado, leer la mente y contactar con espíritus), pero no les sacan todo el potencial a esos poderes, pues podrían hacer muchas más cosas muy imaginativas con ellos o combinar habilidades y no lo hacen. Por otra parte, todos llevan una maleta de dramas personales, pero se resuelven fácilmente. Mei, por ejemplo, mató con sus poderes accidentalmente a su padre porque maltrataba a su madre y, aunque está traumatizada por ello, le dicen que piense que fue en defensa propia y se le pasa. Y así con todos.
Otra parte que no se ha desarrollado nada bien y es una lástima porque ES EL PUÑETERO TÍTULO DEL LIBRO es lo de Antihéroes. Yo lo siento, pero no he podido empatizar con las acciones de los protagonistas. Entiendo que quieran ser libres y poder usar sus poderes sin el control de CIRCE y que por ello se enfrentan, pero es que hacen un uso ilegal de sus poderes: para colarse en sitios, robar, no pagar las cosas, manipular a la gente,... Me parece completamente lógico que CIRCE les quiera tener controlados. Puedes ser todo lo libre que quieras siempre y cuando no invadas la libertad de otros y eso de irse de restaurantes sin pagar no me parece bien.
Me hubiera gustado, por una parte, que se mostrara que CIRCE eran realmente terribles o un choque ideológico entre los protagonistas y los que defienden CIRCE. Al final te dan a entender que lo que tienen de malo es que quieren que estés siempre a sus órdenes, pero eso es algo de lo que no hay pruebas, pues los representantes de CIRCE dicen que solo quieren que se porten bien. Falta mucha profundidad y no hay ningún tipo de debate.
Lo más decepcionante es lo idealista que me ha parecido el libro. Los personajes no sufren demasiado y al final todos los problemas tienen solución sin tener ninguna consecuencia. La decisión que toman los personajes para vencer a CIRCE daba mucho juego, tanto a nivel político para que CIRCE demostrara su superioridad como para ver cómo reaccionaba la sociedad. Pero todo eso no se ve más que de fondo, cosa que es una lástima porque la sociedad es compleja y muchas cosas no se resuelven con tanta facilidad.
Terminar mencionando lo maravillosa que es la edición. Desde aquí, mi enhorabuena a la ilustradora, pues los capítulos de Esther, no solo con letra manuscrita, sino a semejanza de las hojas de un cuaderno, con sus garabatos, me parecen muy trabajados, y lo mismo sucede con todas las ilustraciones que contiene el libro. Por otra parte, el detallito de las autoras en los agradecimientos de confundirnos entre qué es realidad y qué ficción es una maravilla.
En conclusión, estamos ante una novela juvenil de superhéroes muy entretenida. Me gusta el mensaje de aceptar la diversidad, aunque esperaba que reflexionara más sobre el concepto de los antihéroes. La historia es muy idealista y los personajes logran superar los obstáculos con facilidad. Falta desarrollo en CIRCE, reflexión sobre sus actos y los de los protagonistas, así como mostrar la complejidad social. Los personajes están bien caracterizados y la edición es bonita, por lo que es una lectura perfecta si te llama la atención el tema o si quieres hacer un regalo a un lector que no lleva décadas de recorrido literario.
Cosas que he aprendido:
- Una ucronía con superhéroes puede ser muy interesante
- Los libros que incluyen ilustraciones de los personajes molan
Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3/5!
Primeras Líneas...