FUEGO ETERNO
Juan Gil-Albert
(España)
A Heráclito de Ëfeso¿Será verdad que un fuego primitivo llevamos dentro? ¿Qué esto que por los aires, luz sideral latiendo, contemplamos, anima nuestro cuerpo como parte de un rutilar inmenso que nos tiembla bajo de nuestra piel? Eso que llaman luz, esa armonía, eso que tan ajeno nos parece, campo en que respiramos, ¿será esta misma llama irreductible de nuestra intimidad? ¿No seremos acaso lo que somos o nos parece ser sino las chispas de esas frondas oscuras, palpitantes, en cuyo anhelo todo se resume como un aparecer sin esperanza? ¡Raza del hombre! ¡Ah, delicioso infierno de la tierra! Tal vez será un reposo haber llegado a tu fragante orilla. Aquí donde la carne y sus placeres, este sufrir tan nuestro, la fruición de las manos laboriosas, los objetos del arte y sus impactos como de permanencia, los besos que intercambian quienes se van y vienen, todo lo excelso, claro, fugitivo, que aflige y nutre a un tiempo, dan el tibio interregno en que se cuece nuestra ternura. Luego de haber surgido de la luz y antes de que en su día se incorpore, in eterno, a su luz. |
CANTO AL CUADRADO DIVINO
Walt Whitman(Estados Unidos)
Canto al cuadrado divino, avanzo desde el Único, desde los lados, desde lo viejo y lo nuevo, desde el cuadrado enteramente divino, sólido, de cuatro lados (todos los lados necesarios), desde este lado soy Jehová, soy el viejo Brahma y soy Saturno; |
MEDITACIÓN CLÍNICA
Hans Magnus Enzensberger(Alemania)En la escalera automática, en la playa, en el espejo de afeitar: por todas partes minusválidos, pacientes, necesitados de asistencia, pero nadie es enfermizo o imbécil. Murieron los achacosos. Ya no se habla de ahoguíos, emplastos del corazón, ni vapores. ¿Dónde quedó la gangrena, el sudor inglés y la grapa? Tampoco las plagas duran eternamente. Palabras de horror desaparecidas: matalobos, intertrigo y garrotillo. Perplejo busca el reactor de la evolución nuevas soluciones, nuevos flagelos. También los estragos se mejoran año tras año. La peste esofágica y la erisipela no pueden competir con los agentes patógenos progresistas. Ninguna lista roja lleva luto por la timpanitis, el fuego sacro y la escara. Triunfante la ciencia se inclina sobre la más blanca de todas las camas y murmura su oración fúnebre. |
MÉTODO
Mario Montallegro(España)
La sombra del pájaro que vuela se proyecta en el vacío. Hay que tener el instrumental de los poetas para verlo. Si es así, escribirás un paper, perdón, un verso y lo publicarás no sin cierto orgullo. También puedes ser aire y sentir su peso. Le ayudarás en su vuelo sin más recompensa. Al final, el pájaro y su sombra se posarán sobre la rama que mece tu olvido. |
ALFA-6
Gabriel Celaya(España)
Nada de patetismos. El mesón, pasadas dos
millonésimas de segundo, se desintegra en un
electrón o un positrón y un neutrino. Así es mi risa.
Si millones de veces por segundo
nace un mundo
en la cámara de Wilson, sin que nadie lo registre;
si proyecto en las galaxias,
pues no es cuestión de tamaño, la magia, el hecho
estúpido inaudito,
comprendo algo sencillo:
Lo que ocurre
desborda cuanto humanamente pienso.
Y me río de mí mismo.
Y eso es bueno.
Porque esa risa -creo-
es lo que más se parece a un átomo descompuesto.
Y al verso inverso.
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SISTEMA LÍMBICO
Hans Magnus Enzensberger(Alemania)
Es viejo, es blando, no se comprende, no sabe lo que significa limbus, lo que es un sistema. Entre las cavidades y el cuerpo calloso un limbo, diminuto. Hipocampo, cíngulo, amigdaloide: que no puede acordarse de sí misma. Incontrolable controla el miedo, el placer, el crimen y el vicio. Sus lazos y fibras, un árbol de cables en lo hondo del cerebro intra y extramural. Corrientes ocultas, incendios sin llamas, cortocircuitos. Pequeños defectos que escalan rápidos. Un impulso en el mando y es la venganza. Una descarga eléctrica y Amok se desata. Unos billones de células en la oscuridad. El género humano un ovillo diminuto entre origen y olvido. |
EL NÚMERO Pi
Wislawa Szymborska(Polonia)
El número Pi es digno de admiración tres coma uno cuatro uno todas sus cifras siguientes también son iniciales cinco nueve dos, porque nunca se termina. No permite abarcarlo con la mirada seis cinco tres cinco con un cálculo ocho nueve con la imaginación siete nueve o en broma tres dos tres, es decir, por comparación cuatro seis con cualquier otra cosa dos seis cuatro tres en el mundo. La más larga serpiente después de varios metros se interrumpe Igualmente, aunque un poco más tarde, hacen las serpientes fabulosas. El cortejo de cifras que forman el número Pi no se detiene en el margen de un folio, es capaz de prolongarse por la mesa, a través del aire, a través del muro, de una hoja, del nido de un pájaro, de las nubes, directamente al cielo a través de la total hinchazón e inmensidad del cielo. ¡Oh qué corta es la cola del cometa, como la de un ratón! ¡Qué frágil el rayo de la estrella que se encorva en cualquier espacio! Pero aquí dos tres quince trescientos noventa mi número de teléfono la talla de tu camisa año mil novecientos setenta y tres sexto piso número de habitantes sesenta y cinco décimos la medida de la cadera dos dedos la charada y el código en la que mi ruiseñor vuela y canta y pide un comportamiento tranquilo también transcurren la tierra y el cielo pero no el número Pi, éste no, él es todavía un buen cinco no es un ocho cualquiera ni el último siete metiendo prisa, oh, metiendo prisa a la perezosa eternidad para la permanencia. |
LOS OJOS
Andrés Neuman(España)
Hay ojos que verán nuestra memoria. El doctor Barraquer, viejo oftalmólogo, conoció la crueldad junto al milagro y comprendió lo frágil del don de la mirada: al fallecer su padre, que lo inició en la ciencia, pudo guardar sus ojos y devolver la vista a varios hombres. ¿Retendrán los fulgores de ese amor más allá de la estrella de la córnea y del pozo sagaz de la pupila? Explorando los fondos deslumbrados, las cavernas perplejas donde habitan las veloces imágenes, las formas, los colores que aún no tienen nombre y los amaneceres de una vida, el doctor Barraquer ha encontrado un pasillo que va desde la tierra a las alturas, de las tinieblas rotas a la bendita luz. Y al final de la tarde, cuando el sol se ciega entre las ascuas de este mundo, el doctor Barraquer recuerda absorto las palabras del último paciente tras quitarle las vendas de la cara. Y el ojo de su padre, que es la luna, vuelve a abrirse y blanquea cada sombra. |
EL PRELUDIO. LIBRO XIII (FRAGMENTO)
William Wordsworth(Gran Bretaña)
De la Naturaleza viene la emoción; y los estados De quietud son igualmente don suyo: Ésta es su gloria; estos dos aspectos Son los cuernos que, mellizos, constituyen su fuerza. De ahí que el Genio, que prospera con el cambio De la paz y excitación, en ella encuentre Su mejor amiga y la más pura; de ella toma Esa energía con la que busca la verdad, De ella esa calma venturosa de la mente Que lo inclina a recibirla aun sin buscarla. Los más humildes intelectos participan De este don, cada uno a su medida; Me incumbe a mí decir qué sé yo de todo esto: iFácil cometido!, pues fluyen prontas las palabras Que la gratitud inspira y la confianza en la verdad. Largo tiempo en busca de saber troté El campo de la vida humana, ignorante en mente Y corazón; mas la aurora que empieza ahora A renacer me dice que no en vano Aprendí a reverenciar aquel Poder Que es la forma y cualidad visible Y la imagen misma de la auténtica razón; Que madura sus procesos por fiables leyes; No da vida a esperanzas impacientes o falaces, Ni al calor de la pasión ni al celo extremo, Ni a vanos artificios; no incita a los quiebros repentinos De un intelecto que se loa a sí mismo, Mas adiestra en la bondad y exalta por la fe humilde; Sostiene, ante esa mente que intoxican Los objetos del momento y la danza acalorada De las cosas transitorias, un concierto temperado De objetos que perduran, y que de esta forma La disponen, cuando está lanzada A deshacerse de agobios que la oprimen, A buscar en la humana sociedad y el individuo, Lo que haya de bueno y deseable, permanente Como ella, constante en la forma Y la función o, por cabal vicisitud, Ligado al ciclo de vida y muerte. Sobre todo, Ahora recobré aquellos pensamientos perceptivos Que, viendo poco de valía o de sublime En eso que la pluma historiadora tanto se complace En pregonar -poder y energía separados Del propósito moral-, temprano me enseñaron A mirar con sentimientos de amor fraterno A las cosas simples que, en este mundo bello, Existen silenciosamente humildes.Fuente Poesía y ciencia + |