ANTONIN ARTAUD O PERSIGNO A MIS GARRAS DE ANTÍLOPE
Muéveme, cielo rojo.
(La lluvia despaciosa empieza a caer.)
¿De qué violento oro fui engendrado
para ser el maná de los que tiemblan?
Adústame con tus garras, antílope de la profecía.
¿Tiene aroma a duraznos esta sangre?
No mientas vanamente en la espesura.
La sangre tiene aroma a duraznos por mi piel
y yo debo escribirte hasta el delirio.
Manuel Lozano Gombault
Cuaderno de Manuel Lozano en nuestra revista Pernía