Ortega dirigiendo un entrenamiento - laopiniodemalaga.es.
Volver donde se ha ganado tanto y se ha sido tan feliz siempre es especial. “Son recuerdos desmesurados”, desgrana Antonio Carlos Ortega (Málaga, 1971), quinto máximo anotador histórico de la Liga ASOBAL y 146 veces internacional, para describir qué siente cada vez que retorna al Palau, escenario de la obra de arte del Dream Team del que formó parte en su etapa como jugador. Ortega formó parte de un equipo de ensueño que ganó cinco Copas de Europa y ahora, cinco años después de su retirada, dirige al Antequera 2010. Habló con Cronómetro de Récords después de la visita de su equipo al Barça (39-29).
- Habéis aguantado muy bien la primera parte, pero en la segunda os han fundido.
Teníamos cuatro bajas importantes por lesión que nos han obligado a variar el sistema defensivo, el primero, que es un poco más cerrado. Hemos abierto la defensa y aunque en el primer tiempo ha salido bien, en el segundo hemos flaqueado ahí. En ataque hemos fallado muchos lanzamientos claros ante un chaval, Gonzalo, que ha hecho un partidazo. Aunque no hemos hecho méritos para perder por tanto, la verdad. Ellos han dado descanso a muchos jugadores supongo que pensando en la eliminatoria de Champions.
- Os habéis dejado llevar al final. Ugalde ha tenido contras muy, muy sencillas.
Sí, sí. También en este acción que arriesgamos con el jugador con peto. Nos ha salido mal y hemos entregado la pelota, pero sabemos que puntuar aquí ahora mismo con las bajas era harto difícil. Ahora ya hemos jugado contra los grandes y nos quedan citas en las que se puede demostrar la verdadera calidad del equipo.
– Nada que ver con el encuentro de la primera vuelta [resuelto por 21-22].
Sabemos que hay dos campos que para nosotros son prácticamente inalcanzables: el Quixote Arena y el Palau. Hemos tratado de hacer un partido honroso, de tener dignidad deportiva, que es de lo que se trataba. A día de hoy, por presupuesto y por equipo es imposible plantarle cara al Barça y al Ciudad Real en su casa. En nuestra pista sí estamos demostrando que somos capaces de plantarle cara a cualquiera.
- ¿Qué le haría falta a este Barça actual para parecer al Dream Team?
Hay que conocer la casa y el equipo bien por dentro, saber las cosas que pasan, los entresijos… Por lo menos nosotros teníamos un hambre de títulos espectacular y eso era muy importante. No sé si ellos la tienen. Luego también jugamos con un sistema defensivo que fue revolucionario en aquella época.
- ¿Tendrían que innovar?
No sé si se puede innovar más al respecto. Hasta que un equipo nos pilló el truco para atacar esa defensa 5-1 pasaron cuatro o cinco años.
– ¿Qué supone para ti volver al Palau? ¿Qué se te pasa por la cabeza? Por estos pasillos…
Por estos pasillos y por este barrio donde viví durante once años. Son unos recuerdos magníficos. Cuando nombran tu nombre y ves que la gente te recuerda es fantástico.
– Aprendiste mucho de tus entrenadores, sobre todo de quien más tiempo te entrenó, Valero Rivera. ¿Qué es lo que te enseñó y aplicas ahora?
La seriedad y la disciplina y la dedicación.
– Tuviste que retirarte por una lesión [tras dos intervenciones quirúrgicas de una tendinitis rotuliana crónica en la rodilla derecha]. ¿Cómo abrazas y apoyas al jugador que se lesiona en tu equipo? ¿Qué le dices si tiene una lesión de largo alcance?
Pues este año por desgracia estamos teniendo a uno en ese caso, al extremo derecho. No presionarle para que reaparezca, que ese momento sea cuando el médico diga y que se recupere lo mejor posible porque para su futuro es lo más adecuado.
– Digamos que estás creciendo como entrenador, donde llegaste tras retirarte y al que ascendiste a Liga ASOBAL a la primera. Es casi como un hijo.
Sí, totalmente. Es mi quinta temporada ahí. Han sido años fantásticos y duros. En nuestra segunda temporada, la primera en Liga ASOBAL, lo pasamos realmente mal, soportamos momentos muy adversos para mantenernos. A partir de ahí el equipo ha ido dando pequeños pasos, avanzando dentro del nivel en el que puede estar. Porque nuestros límites presupuestarios son grandes.
– ¿Cómo ha evolucionado el juego?
Ahora es más físico y los jugadores están más fuertes. Antes había más velocidad y rapidez.
– ¿Cómo cambia la vida de jugador a entrenador?
Siendo entrenador se tiene menos tiempo. Cuando eres jugador te dedicas a entrenar, a los hielos, los masajes o lo que sea. Pero cuando eres técnico tienes que preparar muchos vídeos, pensar y reunirse con los jugadores. Y luego darle tiempo a la familia, que tengo familia numerosa y me queda poco tiempo.
– Digamos que entiendes más los dejes que podía tener Valero.
Por supuesto, cuando te metes en el pellejo de otra persona entiendes según qué cosas.
– ¿Cuál es el futuro del balonmano en España? La final de Copa del Rey [entre el Barça y el Ademar] tuvo una buena audiencia máxima de 1.135.000 espectadores en la prórroga.
Nuestro pabellón [el Antequera 2010 fue el organizador] estuvo a tope, pero creo que el balonmano vive un momento delicado. Se han perdido muchas licencias... Hay que trabajar más y volver al balonmano en las escuelas. De la cantidad, sin duda, sale la calidad.
– Hace falta un mejor trato por parte de los medios y la televisión.
Por supuesto. Son los dirigentes los que tienen que hacer ese trabajo.
– ¿Y la selección?
Están en un período de cambio y regeneración. Visto desde fuera, Valero se está viendo obligado a poner en defensa a jugadores que no hacen ese papel en sus clubes, además hay muchos jugadores que atacan y defienden poco. Es un relevo generacional importante y difícil. Valero se ha tomado como objetivo luchar por las en los próximos Juegos Olímpicos y esperemos que así sea.