Antonio Cassano, Il Talentino

Cuando en el pasado mes de noviembre saltó a la luz que la vida de Antonio Cassano corría peligro el mundo del fútbol se sobresaltó. Uno de los jugadores “fetiche” del panorama futbolístico europeo, un vividor, un Romario de la vida estaba al borde del precipicio. Un ictus isquiémico fue el culpable de que todas las miradas se posaran en el Policlínico de Milán. Tras tener dificultades incluso para hablar, Antonio Cassano salió adelante con la fuerza y el tesón que siempre caracterizó su fútbol. Al fin y al cabo, Il Talentino mostraba en el terreno de juego las habilidades que le procuró una difícil y desordenada vida personal.

Nacido en 1982, Cassano comenzó a darle patadas a un balón en las calles Bari, una importante ciudad del siempre conflictivo sur italiano. Tal y como afirmó, "En mi barrio era habitual escuchar disparos y sirenas de ambulancias y varios de mis amigos de la infancia han desaparecido". Sin embargo, superviviente como él solo, salió adelante en esas difíciles circunstancias y con 17 años debutó en Serie B con el AS Bari. A partir de ahí no dejó de asombrar con su fútbol por los diferentes estadios del siempre pasional calcio. Y es que, si bien emergió en el AS Bari, fue en la AS Roma donde adquirió la etiqueta de estrella del fútbol. Bajo las órdenes del sargento Fabio Capello único entrenador capaz de controlar el indómito carácter del sureño, maravilló junto a Francesco Totti y Vicenzo Montella en un ataque de un incalculable talento. Sin embargo, su carrera deportiva siempre ha estado empañada por su tormentosa vida privada. “He tenido cuatro novias en once años. Son pocas, pero he estado con seiscientas o setecientas mujeres, unas veinte al menos del mundo del espectáculo”. Y es que su mala cabeza le jugó tan malas pasadas como las que él solía hacer a los defensas de los equipos rivales cuando el balón corría sobre el tapete verde. Aun se recuerda por la capital lacial los últimos meses que pasó bajo las órdenes de Capello, un cúmulo de fiestas eróticas, indisciplinas y rebotes varios que acabaron por dejarlo varios meses fuera de las convocatorias. Su fugaz paso por el Real Madrid, donde acumuló kilos y más kilos sólo contribuyó a alimentar una carrera deportiva que parecía, como en tantas otras ocasiones, enterrada por la falta de sensatez.
Sin embargo, su paso por la Sampdoria unido a la formalización de su matrimonio con Carolina Marcialis parece que enterraron el hacha de la inmadurez y a sus 26 años comenzó a alejarse de su turbulento pasado. Esto le valió volver a la primera plana deportiva al ser fichado por el AC Milán. Sin embargo, esta temporada la ha pasado prácticamente en blanco (16 partidos y 3 goles) por culpa de aquel ictus que nos hizo temer por su vida hace ya 8 meses. 240 días después, veremos a Cassano titular con la Selección Italiana de fútbol en unos cuartos de final de la Eurocopa 2012. La vida decidió darle una nueva oportunidad a uno de estos futbolistas que se ha dedicado a vivir la vida disfrutándola al máximo mientras asombraba en el terreno de juego con sus habilidades. Hoy volverá a hacerlo y volverá a ser el depositario de las ilusiones del “país de la bota”. Para él, siempre fue un orgullo: "Hasta el final, siempre estaré con el equipo nacional. Yo soy de julio de 1982. En la cuna tenía la bandera tricolor en la mano y cuando nací, todos los médicos estaban borrachos celebrando que Italia era Campeona del Mundo”. Genio y figura, Antonio Cassano.