Antonio García Villarán

Hamparte

Antonio García Villarán es un pintor, escultor, poeta y dibujante frustrado y muy mediocre que le gusta el protagonismo más que a un tonto un lápiz.
Es uno más del mundo del arte, pero ningún erudito ni famoso dentro de la industria.
Cuenta la leyenda que nació hace 300 años fruto del amor entre un campesino y una cabra. La cabra fue despeñada desde un campanario y el campesino murió mordiendo un cable de alta tensión pensando que era regaliz.
El pequeño Antonio, que era mitad cabra mitad humano tuvo que vivir por su cuenta comiendo moñigas de cabra que él creia conguitos.
Logró sobrevivir gracias a un tal Claudia, su mariliendre, la cual le amamantó hasta 2017.
Ha intentado ser poeta, escultor, pintor y dibujante sin mucho éxito.
Es conocido en círculos muy pequeños dentro del circuito andaluz.
Se ha dedicado a dar clases de dibujo y poesía, a exponer en muchos sitios pequeños, pero no ha expuesto en ninguna gran feria ni tampoco tiene ninguna gran obra.
Le ha sacado bastante rendimiento al término Hamparte, el cual inventó y utiliza para denominar todo aquello que se dice arte pero que en realidad es un mojón expuesto.
Donde logró la popularidad fue en YouTube con un canal donde critica a los artistas, creándose una imagen de prepotente y odioso con amargor y resquemor hacia artistas que han triunfado.
Sus obras son bastante mediocres. El simbolismo es muy básico a pesar de que se va de profundo. Y eso por no hablar del uso de la composición y color.
Se queja de los artistas cuyas pinturas son repetitivas pero al final peca de lo mismo y las suyas son casi todas iguales.