Revista Cultura y Ocio

Antonio Pastora en MassBateria

Publicado el 07 agosto 2017 por Borjamassbateria
massbateria-antonio pastora

Hace unas semanas tuve el placer de conocer en eprsona al gran baterista Antonio Pastora. a pocos he conocido con un currículum tan extenso y variado como él. Además, ha sacado un interesante método. Podría llamarse no-método, ya que se trabaja de una manera totalmente diferente. Pero eso es otro tema que trataremos más adelante.


De momento, os dejo la charla que tuvimos él y yo, que fue de lo más enriquecedora. Con todos vosotros, Antonio Pastora...
Hola Antonio. Primero que todo, muchas gracias por concedernos este espacio a massbateria.com
-Viendo tu currículum, además de extenso, veo que has hecho casi de todo y mucho en el mundo de la televisión, así como de productor. Cuéntanos como es trabajar para la tele.
 Antes de nada me gustaría comentar que aunque la batería es mi instrumento, estudié, a parte de percusión, guitarra clásica, piano y armonía, por lo que me considero primeramente músico, aunque la batería es mi especialidad. Digo esto porque para componer utilizo el piano acústico, a la vieja usanza, escribiendo la música en partitura. Cuando tengo el boceto, a veces un cifrado y una melodía, es cuando ya me meto en el estudio y hago el trabajo definitivo con protools. Siempre grabo las baterías tocadas, incluso cuando estoy haciendo música electrónica. Tengo en todo momento el set de batería afinado, microfoneado y listo para grabar. A veces me piden una canción antes de montar las imágenes, por lo que hacemos un briefing donde el cliente me dice exactamente qué es lo que quiere, si es publicidad me explican como es el producto, me dan palabras o frases clave para la letra, etc. Normalmente se entregan varias versiones para que elijan y después de la primera demo se pulen muchísimo los detalles, si va cantado es muy importante elegir bien la voz. También puede ser que me den un video sin audio para que yo le ponga música, lo que hago en ese caso es verlo muchas veces mientras tarareo melodías o me imagino efectos de sonido. Toda imagen tiene un ritmo interno por lo que toco encima del video hasta que encuentro el pulso adecuado. Cuando tengo la idea en la cabeza hago el arte final viendo el video en el ordenador al mismo tiempo que realizo el arreglo. Tiene que ir todo sincronizado y hay que tener mucho cuidado con el minutaje. Yo siempre digo que 20 segundos en publicidad es en realidad 19 segundos más 1000 milisegundos.  Es un trabajo de mucha precisión y creo que el hecho de ser batería me da una ventaja en este aspecto.
-También veo que has participado en bandas sonoras de series de dibujos animados...explícanos un poco esa manera de trabajar.
Cuando hice estos trabajos en ningún momento pensé en la repercusión que iban a tener, pues toda una generación de niños o de chavales han crecido tarareando mis canciones. Es el caso de Sailor Moon o Dragon Ball. El original estaba cantado en japonés y yo hacía la adaptación de la letra en castellano. Me daban el video de la canción original, con el texto en japonés y en inglés y me explicaban el argumento de la serie (confieso que jamás he visto un solo capítulo de estas series). Lo más importante aquí era elegir la voz adecuada. Para Dragon Ball GT llamé a Momo Cortés que era corista de M-Clan e hizo el musical de Queen y Momo lo bordó. Lo grabábamos en sistema Fairlight, un estudio de ciencia ficción que por aquel entonces estaba en la sede del grupo PRISA en Gran Vía 32.  Todavía hoy hay foros en internet donde se discute si es mejor la versión española o la peruana, por ejemplo. Y nos siguen llamando a Momo y a mi para entrevistarnos sobre esos temas. Es una pasada.
-Evidentemente, la enseñanza tiene un lugar privilegiado en tu vida. Según tu currículum, has tenido o tienes academia, además de estudio de grabación propio. Cuéntanos que puede esperar un alumno que se acerque a ti a aprender más. ¿Por dónde empezarías?
Me divierto más con gente semiprofesional o profesional que tiene muy claro que quiere llegar a tocar bien, es el perfil de alumno que prefiero. Pero también me encanta moldear a los que empiezan de 0 y ver cómo van creciendo poco a poco. Divido mis clases en 3 apartados: Técnica y coordinación, estilos y lectura. Hago mucho hincapié en la técnica Moeller, además creo que tengo un buen sistema para transmitirla. La técnica no es velocidad, es colocación y movimiento, si esto está bien asimilado la velocidad llega sola.  Me importa mucho que los movimientos no tengan tensión, que sea bonito ver tocar a un tío aunque toque sencillo. Creo que un batería ha de conocer bien diferentes estilos, toque la música que toque. Hay que saber tocar jazz, que es la música clásica del rock. Hay que conocer la música latina, brasileña, flamenco, etc. De todas formas lo primero que enseño, en niveles básicos siempre es rock, soul, funky, reggae y cosas así. Por último, la lectura. Creo que un batería tiene que saber leer música para poder comprender bien el ciertos ritmos y ciertas coordinaciones complejas. Hay cosas que aunque las veas 100 veces en un video no llegas a comprenderlas correctamente. 
-¿Master en clases de canto?
Esto fue una experiencia formidable y una casualidad al mismo tiempo. Estuve dirigiendo una escuela de jazz en Fuenlabrada (CEMM) que obtuvo el reconocimiento de la Universidad Rey Juan Carlos a nuestra labor en la enseñanza del jazz a los jóvenes, (del 2000 al 2005). Pero yo quería abrir una escuela de alto rendimiento en Madrid. Edith Salazar era profesora de canto en el CEMM y a parte de eso habíamos colaborado en muchos trabajos juntos, como por ejemplo: "Poeta en Nueva York" y "Enramblao", con el bailaor Rafael Amargo. Yo llevaba 3 años girando sin parar con Andy y Lucas y ella entró en "Operación Triunfo" como profesora de canto. Edith se hizo tremendamente popular por lo que decidimos unir esfuerzos y fundamos "Academia del Arte" con un Master en Canto Profesional. Fui el director de esa escuela hasta el 2010. Gracias a ese trabajo conocí a Juan Carlos Calderón, un tipo con 6 premios Grammy, con el que trabajé un par de años y del que aprendí muchísima música. También trabajé con otros grandes como el maestro Robert Jeantal o José Mari Guzmán. Dejé la escuela en el 2010, pero fue una etapa muy importante en mi desarrollo musical.
-Sueles cantar y tocar la batería a la vez? Algún consejo práctico.
Sí, lo he hecho siempre. Hay que poder saber tocar un tema cantándolo mentalmente, imaginándote el acompañamiento. Hay que conocer a la perfección la línea de bajo, los riffs y la melodía de la voz. Chick Corea decía: "You sing, you play". Es también importantísimo cantar tus ritmos y tus breaks. La música tiene que salir de dentro. Veo muchos baterías que cuando solean parece que están mezclando patrones rítmicos, ejercicios técnicos que se han estudiado, eso no es música. Concibo la batería como una melodía, la batería puede convertirse en una caja de truenos, pero hay que saber tocarla como un instrumento musical, aunque maneje sonidos indeterminados, eso que los técnicos llaman ruido. Una batería es tan instrumento musical como un violín, llevo años luchando para que se entienda esto.
-Se te ve una persona metódica y ordenada. ¿Para tu estudio personal eres igual? Explícanos tus rutinas.
Después de 30 años de profesión si no eres metódico eres hombre muerto. Estudio muchas horas al día. Cuando no puedo estudiar me pongo de mal humor. Hago técnica con metrónomo en un practice pad todos los días, estudio mi propio método, que como verás es un sistema que engloba toda la técnica existente. Últimamente me llaman maestro, no me siento muy cómodo en ese traje porque yo me sigo viendo como un chaval que quisiera algún día aprender a tocar bien. Sin embargo, he de aceptar lo que soy. Últimamente estoy obsesionado con aplicar la técnica Moeller en el pedal de bombo, paso muchas horas con esto hasta que llego, a veces, al borde de la lesión, cuando alcanzas ese punto el cuerpo te avisa y hay que saber parar. Llevo unos 2 años con ese reto y puedo decir que actualmente lo tengo controlado. Los golpes down, up, tap y full de la técnica de manos se pueden trasladar al bombo. Eso me ocupa muchas horas y lo voy a explicar en el 2º volumen de "Del hemisferio derecho al pie izquierdo", que ya está casi terminado. También paso muchas horas improvisando, no tanto haciéndome solos, que es algo que apenas me interesa, sino variando ritmos para hacer acompañamientos abiertos.  Y lo más importante, busco el swing (siempre con metrónomo) con ritmos de diferentes estilos.
-He estado estudiando tu método, "Del hemisferio derecho al pie izquierdo" En él abordas un tema muy interesante y para nada es un método de tocar batería al uso. Me gustaría que tú mismo, nos explicaras en qué se parece a un método tradicional y en qué no.
Cuando escribes un método de batería es porque tienes algo nuevo que decir. Hay grandes métodos en el mercado con los que no pretendo competir, es más, mi método está pensado para convivir con ellos, esto lo explico en el prólogo del libro. Lo que quería transmitir es, principalmente, mi sistema de técnica para improvisar. Creo que el libro narra un gran descubrimiento: Toda la rítmica binaria existente en el mundo se resume en 7 elementos y sus negativos, los cuales combinados con mi sistema de gamas generan todos los patrones que puedas imaginar. Los diferentes rudimentos: El five stroke roll, los paradidles, el ratamacue, etc. Todo lo que estudiamos de una manera dispersa tiene una razón de ser musical, una lógica y un orden en mi libro. Otro concepto importante es que cada persona que estudie mi libro pueda tocar de manera diferente, pueda llegar a tener un estilo propio y personal. No me gusta la enseñanza por patrones, tengo la sensación de que hace que todo el mundo toque lo mismo. Cuando ves a un batería hacer un break notas que está poniendo en práctica un ejercicio y esto lo convierte en previsible. Mi método no trabaja estilos, es un método abierto. Toques la música que toques lo puedes estudiar y te dará ideas para encontrar tu sello personal.
-Parece que detrás de tu nuevo libro, hay un gran trabajo detrás, ¿es así?
Sí, es en realidad el trabajo de toda una vida. Llevaba años queriendo escribir un método pero no encontraba la forma adecuada. Como ya te digo, considero una inutilidad escribir un método que ya existe. Para este primer volumen he invertido un año de trabajo. Primero lo escribí a mano en un cuaderno. Después tuve que hacer los ejemplos musicales en Sibelius que después inserté en Word con el texto casi definitivo a modo de maqueta. Finalmente se lo entregué a Javier Herrero que es un artista fotógrafo y  maquetador profesional con el que ya había realizado varios discos. Se le ocurrió la loca idea de la portada (Un cerebro atravesado por una baqueta) probablemente porque a mí se me había ocurrido la loca idea del título: "Del hemisferio derecho al pie izquierdo". Sobre su maquetación final estuvimos haciendo correcciones durante 3 meses. Fue un trabajo muy complicado, pero al final ha merecido la pena. Creo que hemos hecho un gran libro. La impresión es de alta calidad, las páginas del libro están cosidas y es un objeto sólido que se puede manipular y darle caña sin que se rompa. Estoy muy contento con el resultado.
-Imagínate que una persona quiere empezar a tocar la batería desde cero. ¿Qué le recomendarías?
Que diera clases presenciales y mirase Youtube como complemento o como inspiración. Que busque un profe con una trayectoria profesional solvente y con una sólida formación académica (aunque cueste un poco más que las clases que da el tipo del local de al lado). Una mala técnica, al principio funciona, pero termina siendo un callejón sin salida. Es importante tener paciencia y aprender bien.  Que le ponga mucha pasión, que ame la batería, que dignifique nuestro instrumento y que aunque toque poco que lo toque bien.
-Un baterista que para ti sea una referencia.
Actualmente Mark Guiliana. Me parece un artista. Cuando toca da una lección de estilo y personalidad. De los clásicos me influenciaron John Bonham, Stewart Copeland y Steve Gadd principalmente, pero ahora he rescatado a Elvin Jones, creo que este tipo fue único, es totalmente visceral, lo que tocaba no se puede escribir, es absolutamente africano. He redescubierto al gran Elvin Jones.
-Descríbeme tu set actual de batería (configuración, marca, platos, baquetas, etc.)
Para directos en clubs toco con una batería pequeña, una Gretsch. Es cómoda de transportar y muy bonita. Bien afinada sorprende.
Para grandes eventos o televisión toco con una Sonor Delite con Toms de 8", 10", 12" y 14", bombo de 20" y una caja DW Collector de 14" x 6,5".
Para grabaciones utilizo un híbrido que es feo pero tiene lo mejor de cada marca: Bombo Yamaha Maple custom del año 95, Toms Sonor Delite, esto fijo; y voy cambiando cajas dependiendo de lo que requiere la canción. Utilizo principalmente la DW Collector, la Sonor Signature de 14 x 8, la Noble and Cooley Alloy de 13" x 6,5",  la Sonor Delite de 14" x 5,5", la Ludwig Supraphonic de 14"  x 6,5" y la Sonor piccolo de 14".
Hihats: Casi siempre Mehmed Istambul de 15" y dependiendo de la canción Paiste serie Line (que es muy brillante) o Paiste Traditional ambos de 14.
Rides:  suelo usar Paiste Traditional, aunque a veces uso un viejo Rude de Paiste que tiene el ping muy definido, ambos de 20".
Crash: Serie K dark de Zildjian en 16", 17" y 18". Splash de la serie K también de 8" y de 10".
Siempre llevo un China-Crash de Sabian de 18", este plato me encanta.
Baquetas : Siempre uso Vic Firth Bolero SD2.
Pedal de bombo DW 5000, esto es innegociable.
Antonio Pastora es un gran baterista, polifacético y prolífero y aún mejor persona. Además, va a ser uno de los colaboradores habituales en la nueva etapa de massbateria.com.

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