Revista Cultura y Ocio

Antonio vega canta un poema de antonio gala

Publicado el 09 abril 2021 por Daviddedorian

Hablemos de Antonio Vega cantando versos de Antonio Gala

 Uno de los poetas de la música pop española, Antonio Vega (1957-2009), padre de “La chica de ayer”, nos dio desde el inicio de su carrera junto a Nacha Pop buenísimos momentos con una alta dosis de lirismo y sensibilidad.

Ahí quedarán canciones como “El patio de mi recreo”, “Se dejaba llevar”, “Tuve que correr”, “Mi hogar en cualquier sitio”, “Esperando nada” y la enorme “Lucha de gigantes”. Su discografía, y su voz, son un rincón para la acogida y la cura.

Una de esas canciones en las que el compositor vuelca su alma de manera más intensa es, sin duda, aquella con la que arropó los mimados versos del escritor y periodista Antonio Gala con motivo del disco debut de la cantante Clara Montes publicado en 1998. En Clara Montes canta a Gala, los poemas amorosos del escritor son musicalizados por figuras del panorama patrio como Bunburyo Luis Eduardo Aute y miembros de bandas como M-Clan o Seguridad Social, e interpretados en clave de flamenco, copla y canción española, a través de la cálida pero potente voz de la madrileña.

El ex-Nacha Pop factura con A trabajos forzados una delicada y penumbrosa pieza de pop acústico con una sensibilidad tan extrema como el lirismo con el que Gala vierte sus versos. El cantante interpretaría su canción años después de aparecer en el homenaje discográfico al escritor, en un concierto acústico celebrado en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el 5 de julio de 2001, que se publicó como álbum un año después.

Básico (2002) es un disco extraordinario e inspirador, donde la voz de Antonio resuena envolvente, penetrante y vital en el puñado de gratificantes éxitos ofrecidos para la ocasión. Este registro audiovisual es un pedazo vivo de la historia del pop español, donde dos gigantes tocayos de la cultura del país se abrazan fundiendo sus caracteres artísticos en una joya única que, una vez más, demuestra la buena pareja que siempre han sido la poesía y la música pop.

Aunque un pudoroso Antonio Gala (Ciudad Real, 1930), más conocido como novelista o por sus trabajos periodísticos, prometió que su obra poética sería póstuma, no pudo resistirse a los ruegos de sus lectores y en 1997 daría a luz Poemas de amor, un volumen editado y prologado por Pere Gimferrer. Pronto aparecerían eminentes admiradores de sus versos —inmersos en una estética del bellismo—, recreando su trabajo para llevarlo aún más allá y potenciar sus cualidades más estéticas y sugestivas, como lo hace Antonio, Vega, para hacernos disfrutar de dolor y sanar de ausencia, entre algodones.

A trabajos forzados me condena
mi corazón del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe
y de acero reclamo mi cadena.
 
No concibe mi alma mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.
 
No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti yo lo rechazo.
 
Que ningún juez declare mi inocencia
porque en este proceso a largo plazo
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo

© David de Dorian, 2021
Antonio Vega canta a Gala

(Ilustración: Pablo Gallardo)

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