Esa es la táctica que ha dedicido usar Smart para abrirse un hueco en el mercado ruso, se ha aprovechado de los problemas de aparcamiento de la capital del país para ofrecer un test de su coche cuando el tuyo ha sido retirado por la grúa.
Para conseguir esto resulta obvio que han realizado un gran análisis de la situación para encontrar su oportunidad y tratar de aprovecharla, porque además su producto se adapta al mercado en el que están tratando de introducirse.
Una acción que se corresponde totalmente con su título "The unexpected test drive" puesto que acabas testando un coche cuando pensabas que ibas a recoger el tuyo propio. Pero que hace que resulte obvio las ventajas de usar el factor sorpresa para tratar de conseguir el éxito.
¿Cuál es tu punto? ¿Te dejarías sorprender en las mismas circunstancias?
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