Si digo "días de vino y rosas", al menos para los muy cinematográficos ya voy dando una pista de que ésto puede terminar sino como el rosario de la aurora, sí que la vida, los sentimientos que a la postre son los que importan, tampoco son como para un anuncio de Coca-Cola, por aquello de "la chispa de la vida".
Días en los que a la melancolía tengo que poner una cadena, no para que no se vaya, que como si de una mascota se tratara, no se va. Sino para no pisarla y que se mantenga cerca (eso parece la tónica del presente), pero sin que resulte maltratada.
La melancolía, también lo he descubierto últimamente, se puede teñir de moreno, con días increíbles en cuanto a forma, y que nos llevarán a atardeceres de mil colores y que parecen eternos. Pero quizás también la melancolía sea como la mona, que por mucho que se pinte, melancolía se queda.
Y si hablas, si explicas tu interior, parece que estás abandonando a alguien, porque lo primero que te sale en tu discurso es ese: "No eres tú, soy yo". El problema es que en tu viaje por este mundo, el importante debes de ser tú, porque el día que te abandones … “se acabó lo que se daba”.
Y ya se sabe, que el panorama actual no ayuda para buscarle ganas a la vida; con unos políticos que parece que se nos han metido en un mercadillo, comprando y vendiendo ayudas, pero sin que se note. Y es que lo importante, eso creen, son las apariencias. ¡Y así nos va!
Quizás, esa pueda ser, las apariencias, una explicación para el fenómeno del momento, el "Pokemon GO", donde esos seres que vivían en el mundo animado, ahora, al parecer, se vienen a vivir al nuestro. Algo estamos haciendo mal para que eso sea portada en los informativos, con sesudos estudiosos que emplean su tiempo, y desgraciadamente el nuestro, para hablar de ello. Y, por supuesto, algo deben de estar haciendo bien, los de siempre, para que también eso ocurra.
Ya veo sonrisitas desde los de izquierdas cada vez que vean ahora a un Rajoy, más Rajoy que nunca, con esas frases que rizan el rizo, y lo sustituyan en su vídeo-juego mental por ese bichito amarillo. Y además, desde aquí les animo, no a que lo hagan, sino a que si lo han hecho alguna vez, no se sientan culpables.
Desde el centro, o desde la derecha, seguro que hace mucho tiempo lo están haciendo, como mínimo, con el de la coleta también. Pero no lo reconocerán en público nunca, por aquello de que las bajezas morales, en el centro-derecha, aunque se practiquen, que se practican, nunca se confiesan.
Y este vecino del mundo mientras, por hacer algo, quizás le dé un tono más al moreno de su melancolía, y la disfrace de Gloria Gaynor. Mira que si consigo que además cante “I will survive”…, me forro, que parece ser que de eso se trata: FORRARSE.
*FOTO: DE LA RED