Buenos días,
Hoy os llevamos al interior de un amplio y luminoso apartamento, de esos que nada más verlos te dan unas ganas enormes de ponerte a redecorar algo (que nos lo digan a nosotras...=)
Se encuentra en Gothenburg, Suecia, y destaca por el uso total y absoluto del blanco que lejos de resultar frío y gracias a la combinación con el mobiliario y los textiles, consigue un ambiente muy acogedor, quizá no cálido pero sí hogareño.
Para situarnos bien en el espacio nada mejor que comenzar viendo el plano, que diferencia claramente la zona de día, con un amplio salón con la cocina integrada, y la zona de noche.
En la entrada han conservado el suelo original y han aprovechado para tener un ajustado espacio de orden colocando un pequeño banco con cajas debajo y un sencillo estante con perchero incluido.
El salón y la cocina, al integrarse en el mismo espacio, transmiten una sensación de amplitud que de otra forma hubiera sido difícil lograr. Gracias al lacado en blanco quedan totalmente incorporados al proyecto los ventanales y las puertas originales, y el toque de color de los textiles da la dosis justa de calidez.
La separación entre la cocina y la zona de estar queda levemente marcada por el banco que cierra uno de los lados de la mesa y que conserva un aire rústico.
Justo en frente se sitúa la entrada al dormitorio, que mantiene la sencillez y la ausencia de exceso que reina en toda la casa. Un simple armario y una zona de trabajo con taburetes completan la estancia.
Luminoso, amplio, sencillo y acogedor...
¡Cien por cien diseño escandinavo!
¿Qué os ha parecido?
¿Sencillez escandinava o barroquismo veneciano...?
Mar
vía:freshome