
UdA, Ufficio di Architettura, ha terminado un ático en Turín, que destaca la combinación entre emoción y razón.
Se trata de un apartamento de un edificio residencial, que se ha construido en una antigua unidad industrial. Se debe decir, que posee una estructura coherente.
La propiedad “fue diseñada para optimizar las necesidades humanas y las cualidades espaciales. El componente emocional proviene del diseño de interiores, con su aspecto inacabado casi imperfecto, típica de las obras de diseñadores jóvenes, sensibles a la experimentación.”
Otro elemento que consideramos racional, es el que se refleja a través del conjunto de formas que optimizan la luz y los caminos que se establecen a lo largo del apartamento.
Para conseguir esa mezcla entre emociones y mentes, han jugado con el espacio, por ello es unitario y equilibrado.
En definitiva, tanto los diseñadores como los propietarios, están increíblemente encantados con los resultados.
















Fuente: Freshome
