Nos parece increíble que entre viejos edificios de nuestras ciudades se escondan viviendas reformadas como esta, una apartamento – ático en Ciutat Vella, Barcelona.
Imaginaos el punto de partida, un espacio oscuro y dividido en numerosas y pequeñas habitaciones y ahora fijaos en el resultado de derribar tabiques e iluminar el sitio, un espacio prácticamente diáfano, lleno de luz y de colores neutros, adecuado en este caso concreto, al mobiliario de influencia nórdica de sus dueños y para su colección de arte.
La vivienda es de una pareja holandesa que la utiliza ocasionalmente cuando viaja a Barcelona, como es un ático, tienen la suerte de estar en el mismo centro, mirando al cielo por encima de los árboles de la plaza de ayuntamiento.
En el interior tiraron muros para crear un ambiente en el que conviven cocina, comedor y salón, con acabados que
se extienden al resto de la vivienda como el pavimento continuo de cemento gris y la cubierta abovedada
recuperada terminada en color blanco.
Entre los muebles y accesorios como veis, encontramos bonitas piezas de diseño como la butaca Ro de Jaime Hayon para Fritz Hansen en la oficina, el sofá modular de B&B o la gran alfombra de Nani Marquina. Es un apartamento increíble, ¿no os parece? ¡feliz lunes!
Proyecto: YLAB Arquitectos, Fotos: Tobias Laarmann