Es curioso como con el paso de los años las modas añaden o quitan ornamentación y como todo vuelve al cabo del tiempo.
Pongamos las molduras de este piso sueco, por ejemplo, en algunos sitios de la vivienda muy ornamentadas, como los dinteles de escayola de encima de las puertas, parece que se tratara del interior de un palacete y no de un apartamento de nuestros días, pero así fue en el pasado y así se han querido recuperar.
Las molduras que encontramos ahora en el mercado son más minimalistas, con menos florituras y relieves, añaden volumen y estilo, pero lo hacen en sintonía con el resto de la decoración y el interiorismo, mucho más ligero y sin exceso de adornos, no como se hacían a principios del siglo pasado, por ejemplo.
La combinación armónica de los dos estilos, clásico y más moderno, da lugar a hogares muy particulares, únicos y de cierto aire señorial, difíciles de reproducir en obra nueva. Estas viviendas casi siempre se encuentran en edificios antiguos de las grandes ciudades, donde el exterior tiene mucho valor arquitectónico y el interior se hacía-reforma según ciertos estándares de conservación.
De este apartamento además las ornamentadas molduras y la carpintería de puertas y ventanas, nos gusta cómo se refleja la luz en el suelo de madera y el mobiliario mate, sin brillos ni reflejos, creando una atmósfera acogedora y casi de misterio.
¿Qué pensáis de las molduras, os gustan? ¿Os gusta esa mezcla clásica y más moderna? ¿Creéis que edificios antiguos de las grandes ciudades españolas también tienen elementos así? ¡Feliz miércoles!
Vía: Per Jansson
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