Por el interiorismo y la decoración, nunca diríamos que esta vivienda es un apartamento en el segundo piso de un edificio corriente.
La distribución semiabierta, el mobiliario, el ladrillo visto, las puertas de cristal correderas entre una habitación y otra, las paredes de estuco o de baldosas que imitan hormigón, el suelo de madera vieja, las puertas recicladas, los objetos, muebles y accesorios vintage… hay muchos elementos que nos despistan, nos sitúan antes en una fábrica antigua, que en una vivienda moderna.
El apartamento que vemos hoy tiene sin ninguna duda mucha personalidad, la mezcla de nuevo y viejo, el metal, el cuero, el cemento, las plantas y todo el arte que cuelga de las paredes, le dan aire industrial vintage que nos encanta, no es fácil construir un ambiente así en la actualidad, hay que tener una gran visión y ser hábil encontrando y combinando elementos.
Nos gusta especialmente ese rincón de la cocina donde se aprecia la encimera de acero inoxidable, el sofá de cuero marrón reciclado, la gran lámpara de fábrica antigua y el cuadro urbano detrás, si no supiéramos más, parecería que estamos viendo un rincón en una cafetería de un barrio hispter de cualquier gran ciudad de este mundo nuestro, pero no, es la cocina de esta familia.
Si continuamos al comedor y al salón, ese paseo entre muebles reciclados, plantas, paredes de cristal y de ladrillo visto, desde luego no es algo que esperado en una vivienda de nuestros días donde abundan decoraciones mainstream, es muy interesante.
Esperamos que disfrutéis de esta vivienda de 80 m² increíblemente decorada con cientos de detalles prácticos, nos parece espectacular ¿a vosotros? ¡feliz martes!
Vía: Bo Sthlm
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