Cuando un local que ha sido fábrica se rehabilita como vivienda sin esconder el origen, resultan hogares muy particulares como este apartamento tipo loft.
Lo se, lo se, en cuanto veáis la cama grande plantada en el espacio diáfano que ocupan el salón, el comedor y la cocina, criticareis el espacio y como está distribuido.
Os pido que seáis abiertos, al fin y al cabo, esta familia ha dado prioridad a que sean los niños los que tengan su espacio y el padre/los padres los que tengan que vivir en la zona común sin ningún cerramiento.
Cada familia es diferente, con diferentes necesidades y estilos de vida, así que lo que a ellos les pueda funcionar, a nosotros a lo mejor no, pero por eso os pido, que os quedéis con el estilo, con la mezcla de elementos, con ese carácter industrial que tiene el espacio de haber sido una fábrica en sus principios, con los grandes ventanales, con la luz, el precioso suelo, la moderna cocina, las plantas frescas… hay tantos detalles de los que sacar ideas, que al final la cama grande la obviamos mejor, ¿no? ¡Feliz martes!
Vía: alexander white
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