Recuerdo que en aquel momento entre por curiosidad a ver la web y me parecieron unos alojamientos fantásticos, pero no tenía previsto ir a Barcelona, así que les dí las gracias por el ofrecimiento y les dije que si surgía la ocasión volvería a contactar con ellos. Me quedé con muchas ganas de ver aquellos apartamentos tan chulos: el diseño y la decoración me parecían preciosos, eran modernos, funcionales, tenían todo lo que podíamos necesitar...
Pero la vida da muchas vueltas y aquello que en principio no veías viable comienza a tomar forma. Un día descubres que el Bloggers & Family, ese evento familiar al que te morías de ganas de acudir, vuelve a la carga con una nueva edición. Consultas las fechas y te das cuenta de que no tienes ningún compromiso para ese finde. Y piensas... ¿por qué no? Y te decides a volver a contactar con el equipo de Happy People Barcelona, que son más majos que las pesetas. Y la escapada familiar a Barcelona comienza a tomar forma.
Les conté lo que iba a hacer ese fin de semana en la ciudad, que estaríamos casi todo el día en el CREC, junto a Montjiuc. ¿Y a que no sabéis qué? Pues que resulta, que justo allí, a 5 minutos andando del lugar dónde se iba a desarrollar el #BAF15 están los Apartamentos Ramblas Harbour. Así que nos ofrecieron disfrutar de uno de ellos. No necesitaríamos coger metro, ni bus, ni coche... ¿No os dije que eran majos?
Además, como nosotros salíamos de Alicante el viernes después de comer, eso nos suponía que el check-in lo tendríamos que hacer a las diez o las once de la noche. Es que son muchos kilómetros y cuando se viaja en coche con niños los trayectos como que se alargan mucho. En Happy People Apartments eso lo tienen previsto. Puedes hacer un check-in online de manera que no hace falta que vaya nadie a recibirte al apartamento. Al llegar, con las instrucciones que recibes por mail, puedes acceder a tu piso sin problemas a la hora que sea.
Con lo que no habíamos contado era con que llegábamos en viernes noche, y por la zona de las Ramblas y Montjuic nos costó un poco encontrar aparcamiento en la calle. El edificio no tiene aparcamiento, pero sí hay parking cerca. De todas formas nosotros no lo necesitamos. Como os he dicho nos costó algunas vueltas, pero encontramos aparcamiento en la calle cerca del edificio. Para descargar las maletas, paramos un momento en la puerta y listo.
A mi el edificio me pareció precioso. Es un pequeño edificio antiguo que se ha reformado y rehabilitado para utilizarlo de alojamiento turístico. Solamente hay dos apartamentos por planta. El edificio conserva la bonita fachada con persianas enrollables de madera en las ventanas y con los pequeños balcones de forja. La escalera del edificio aún es la misma, aunque arreglada. Me di cuenta, sobre todo, cuando decidimos subir a la terraza para ver el chill-out que tienen allí. Eso sí, hay un ascensor para dar acceso a todos los pisos. A la única planta que no llega el ascensor es a la terraza. Ese último piso hay que subirlo por escaleras.
Nada más abrir la puerta de la que iba a ser nuestra casa durante el fin de semana nos quedamos con la boca abierta. ¡Que bonita me pareció! Esas paredes de ladrillo visto, los altos techos abobedados con las vigas al descubierto y que contrastaban con muebles sencillos, modernos y de líneas rectas. Vamos, que me quería llevar yo ese salón-cocina-comedor para mi casa. Con eso os lo digo todo.
Ya os podéis imaginar los peques. Cada vez que llegamos a un apartamento, bungalow, habitación de hotel... da igual, vayamos donde vayamos, nada más entrar comienzan a explorarlo todo emocionados. ¡Este es mi cuarto! ¡No, este es para mi! ¡No, papá mejor en ese y tu aquí! Les encanta. Y como tenían tres habitaciones para elegir...
Como ya era muy tarde, tras sopesar que habitación era mejor para cada cual y ponerles los pijamas, los acostamos a todos. Entonces yo me preparé un fantástico café con ese cafetera Dolce Gusto que tenían lista para recibirme. Eso es un detallazo que me encantó. Encontrarte la cafetera con agua, preparada ya, y una cestita con algunas cápsulas de café e infusiones... No sabéis lo bien que me sentó esa tacita de café mientras me relajaba en el sofá después de 7 horas de viaje.
Ah, otro detalle que me gustó es que había unas pegatinas junto a los electrodomésticos (la vitro y el lavavajillas por ejemplo) con dibujitos para las instrucciones de uso. Que sí, que parece una tontería, pero no me digáis que no os ha pasado alguna vez que os ha tocado estar un rato dándole vueltas a cómo encender ese aparato en concreto. Las indicaciones estaban en ingles, pero con los dibujos se entendía todo perfectamente. :)
A la mañana siguiente nos levantamos tempranito. Estábamos al lado del evento, pero primero íbamos a ir al Port Vell dónde habíamos quedado con un par de amigos para conocernos. Ellos estarían allí disfrutando del Nutella Tour y de la Billy Boom Band. Así que preparamos el desayuno y levantamos a los peques. La cocina de los apartamentos Happy People Barcelona es super completa. Tiene su vitro, microondas, cafetera, nevera... ¡hasta lavavajillas! Como el apartamento es de 5 plazas tenía servicio de 5 personas. Una de las cosas que más me gusta de alojarme con niños en un apartamento es precisamente eso, que dispongo de una cocina en la que puedo prepararme lo que sea. Si quiero irme a desayunar a un bar puedo hacerlo, pero si quiero quedarme y desayunar en el apartamento, puedo hacerlo también. Además del espacio que te aporta.
Tras desayunar como en casa nos fuimos a comenzar la jornada. La verdad es que no sabíamos exáctamente cómo se iba a desarrollar el día así que tener nuestro campamento base cerca era genial. De hecho, a la hora de comer decidimos volver al apartamento. Los peques estaban algo cansados así que compramos algo en un super y comimos allí. César estaba agotado así que papá y los peques se quedaron durmiendo la siesta y viendo un poco la tele mientras yo iba a mis charlas blogueras. Cuando se despertaron todos y estuvieron listos volvimos a reunirnos.
Por la noche nos acercamos dando un precioso paseo a cenar al centro comercial del Maremagnum. Y después hicimos lo mismo por la zona de Las Ramblas. Como ya refrescaba un poquito y se hacía tarde nos volvimos a nuestro apartamento a descansar. Los apartamentos Rambla Harbour están muy cerquita de las zona animadas, no veas la de gente que había en el puerto y en el centro, sin embargo la situación del hotel era muy tranquila. Además, hay una política estricta en cuanto al horario de ruidos. Entre las 22:00 y las 10:00 hay que respetar el silencio, y la gente lo cumple. Así que se podía descansar super bien.
Eso sí, he de deciros que las paredes no son muy gruesas y los apartamentos tienen una ventana, la del salón, que da a la escalera, así que sí puedes oír a los vecinos hablar durante el día, ya que el hueco de la escalera actúa también de amplificador. Pero vamos, que se oye lo normal y de noche nada. No tuvimos ningún problema, al revés, fuimos nosotros los que molestamos en un determinado momento a nuestros vecinos. Uno de esos momentos en los que los niños se enredan en una espiral de emoción, juego, griterío, carreras, saltos, risas... y que intentas apaciguar con grandes dosis de paciencia y sin levantar la voz, pero que a pesar de todo acaba en una explosión descontrolada. ¿A que sabéis a lo que me refiero? Pues eso, hubo uno de esos momentos cuando despertaron de su siesta con las pilas cargadas en el que, no es que se les oyese desde el apartamento de abajo, es que se les debió escuchar desde el otro lado de la calle. Pero bueno, ocurrió a las seis de la tarde y la situación la volvió a quedar bajo control en unos minutos.
El último día de nuestra escapada, decidimos subir un ratito al chill-out de la terraza. Queríamos ver lo que había allí y relajarnos un poquito antes de ponernos a cargar todo en el coche y prepararnos para la vuelta a casa. Se estaba de lujo. Hay una pérgola con unos sillones y una mesita que invitan a largas y relajadas charlas, varias mesas e incluso una ducha para refrescarse los días calurosos. César se puso a jugar por la terraza y no había manera de sacarlo de allí. Lo estaban pasando tan bien que no querían volver a casa. No paraban de decir ¿Ya nos vamos del apartamento? Yo quiero quedarme... ¿Y podremos volver otro día?
Para nosotros la experiencia ha sido más que positiva, ha sido fantástica. No tuvimos ningún problema y la comunicación con ellos siempre fue ágil y directa. Además, si necesitas que te gestionen algún otro servicio como transportes, visitas o lo que sea, están siempre dispuestos. Pero como en todo siempre hay algunas cosas que se podrían mejorar o algunas sugerencias que hacer, así que aquí dejo también las mías, que por cierto ya he trasladado a la empresa y me han dicho que van a estudiar. :)
Cosas que cambiaría y/o mejoraría:
* Esa ventana que da a la escalera: Me encanta porque es la ventana de madera original y se nota, pero claro, ese tipo de ventanas no aísla del ruido. Así que ponerle una doble ventana exterior o algo así, no se, haría que se nos oyese menos a todos.
* Los cierres de seguridad en puertas y ventanas: Esto es algo que miro siempre que voy a cualquier hotel y/o apartamento y no estoy en una planta baja. Y nunca los he encontrado en ningún sitio. Todos sabemos que nuestros peques pueden ser muy intrépidos, sobre todo en edades muy tempranas, así que yo no puedo evitar pensar en el riesgo de que un chiquitín pueda abrir una puerta o una ventana y salir al balcón. El riesgo de caída, desgraciadamente, siempre está. Así que poner cierres de seguridad a una altura a la que ellos no lleguen fácilmente siempre puede evitar sustos y accidentes.
* Tapa enchufes: Esto es otra cosa que miro siempre por "defecto profesional" Tampoco los encuentras en ningún sitio. Al revés, es muy habitual encontrar en todos los alojamientos enchufes a la altura de los más peques y sin protección. Y ya sabemos cuanto les gusta enchufar o desenchufar electrodomésticos y/o meter cosas dentro en cuanto nos damos la vuelta (incluidos los dedos).
* Trapos de cocina: Sé que es por un tema de higiene, pero no suele haber trapos de cocina con los que secar los platos o limpiar la mesa. Si vas a un apartamento una semana, puede que te lo lleves, pero si vas a pasar una noche o dos, estoy segura de que no caerás en ese detalle. No se, igual hay algún tipo de bayeta que sirva para esto y que sea desechable. De esta forma solo la gastarían los inquilinos que estuviesen en ese momento.
Y... ya está. Como os he dicho antes me ha parecido un apartamento genial y volvería sin dudarlo. Así que si tenéis previsto hacer un viaje a Barcelona en familia, no dudéis en echarles un ojo. Igual los apartamentos Happy People son exactamente lo que andabais buscando. :)
Os dejo un vídeo en el que se ven otras imágenes de estos apartamentos, por si queréis echarle un ojo. ;)
Más información: Apartamentos Happy People Barcelona
¿Queréis ver más fotos? Las tenéis todas aquí.
Localización del apartamento Ramblas Harbour: