El pasado domingo salimos los tres en familia a pasear con uno de los regalos de los Reyes Magos, el patín. La mañana amenazaba lluvia, pero no hacía frío, así que paraguas en ristre nos aventuramos a dar un paseo.
Después y para seguir nuestra costumbre fuimos a tomar nuestro aperitivo, es un sitio de confianza, al que vamos hace unos cuantos años, un sitio familiar, pequeño. Casi siempre, si no hacía mucho frío, nos salíamos fuera con nuestra cañita, el aperitivo y el niño jugueteaba al sol, y de ese modo evitábamos los humos del tabaco, el olor a cenicero propio de cualquier establecimiento. Pero el pasado domingo, nos sentamos a una mesa, disfrutamos de nuestro aperitivo, y yo no encendí el radar en busca de humos y/o cigarros sospechosos. Fue muy agradable, la verdad.
En su día, cuando otros clientes del bar se ponían a fumar yo me salía fuera con mi niño y listos. Asumía que si iba a un bar, restaurante o cafetería corría el riesgo de los humos. Así que o no iba, o me iba fuera. Pero ahora, los que salen fuera son otros, pero esta vez si hay protestas, quejas, ironías, etc. Se quejan de falta de empatía, tachan a muchos de radicales, de falta de respeto. Yo creo que no es así, en su día he respetado la situación que había, cualquier puede fumar donde le apetezca, era yo quien me iba aceptando una norma impuesta. Ahora las normas han cambiado, ¿por qué ya no se aceptan?, ¿porque son una prohibición?. No prohiben fumar, prohiben hacerlo en espacios cerrados ya que el tabaco MATA, señores, que el tabaco es perjudicial para la salud de TODOS. Pero solo pensamos en nuestro propio ombligo y nos importa un carajo el de los demás, por eso se protesta.
Yo estoy contenta, esa es la verdad, ahora no tengo que restringir mis visitas a establecimientos que me gusten, puedo disfrutar tranquilamente sin encender el radar anti-tabaco.
Además, ¿no queremos ser europeos?, pues recordemos que por Europa fumar está bastante mal visto.
Aprovechemos la circunstancia para dejar un vicio tan nocivo, o al menos para reducir el consumo.