El pasado mes de septiembre se abrieron dos nuevos parques en la zona norte del área metropolitana de Barcelona, uno de ellos en la ciudad de Badalona y el otro en la vecina localidad de Montgat. De esta forma, se incrementa la diversidad de espacios públicos y consolida la infraestructura verde metropolitana, con el objetivo de equilibrar la preservación natural y los usos sociales de estos lugares. Asimismo se mejora la calidad ambiental, la gestión sostenible de los recursos, el aumento de biodiversidad y una más estrecha conexión entre el tejido urbano y la naturaleza.
Parque de Can Bada de Badalona
Vista zona de juegos para niñosEl Parque de Can Bada de Badalona ocupa una superficie de 8.100 metros cuadrados y está situado en la antigua masía que le da nombre, derrumbada en 2014, en una parcela del corredor verde del parque del Torrent de la Font.
La estructura del parque es el resultado de la creación de un conjunto de terrazas, conectadas entre ellas por varios recorridos que permiten superar el desnivel entre la trama urbana y el arroyo, haciendo de transición entre ambas zonas. La naturalización y la mejora paisajística del parque ha sido la hoja de ruta a la hora de hacer estas obras.
En referencia a la vegetación, se ha hecho una clara apuesta por el aumento de especies y se han elegido plantas autóctonas o adaptadas a las condiciones climáticas de la zona y de bajos requerimientos hídricos.
El parque de Can Bada cuanta con una zona de juegos para todas las edades, dos fuentes públicas, un sector para hacer ejercicio físico, dieciséis bancos y diez aparcabicicletas. El alumbrado también sigue un criterio de sostenibilidad y optimización de energía, con la instalación de tecnología LED.
Parque de la Riera d'en Font de Montgat
Foto Pere VirgiliPor su parte, el este segundo espacio verde está situado en el tramo final de la Riera d'en Font, justo antes de la desembocadura en el mar, entorno que ha sido transformado para mejorar la accesibilidad, aumentar el carácter natural del espacio e incrementar su uso lúdico.
En este nuevo parque, el espacio reservado para la naturaleza se ha incrementado al reducir la superficie pavimentada, creando espacios con condiciones óptimas para el crecimiento de diferentes tipos de especies vegetales. A las que se le suma también la creación de un prado mediterráneo de 500 metros cuadrados con una selección de especies adaptadas a las precipitaciones de la zona.
En este caso, el equipamiento cuenta con gradas, una zona de juegos para niños con toboganes, columpios, plataformas y la creación de una gran explanada de ocio en el que se podrán celebrar diferentes fiestas o actos cuando la situación sanitaria lo permita.