El siguiente artículo tiene como finalidad central señalar la utilidad del método justo a tiempo y su aplicación en el ejercicio diario de una empresa que está en la búsqueda de un mejor cumplimiento de todo el entramado que lleva un bien, desde su realización y producción, hasta su venta y comercialización. Como todos sabemos las empresas están siempre deseosas de lograr mayores beneficios, mayor calidad, mayor eficacia y mayores ventas. Para que este consecución de aspectos que dependen el uno del otro se dé, es necesario desarrollar estrategias que traían consigo esos puntos a favor que permitan que al mismo tiempo que se está dando un bien o servicio de alta calidad, su valor no se deprecie y encuentre en el mercado un aliado fructífero permanente y constante.
Con el paso de los tiempos y el valor añadido que supone la rapidez a la compra de un bien o servicio, es natural que las empresas propendan en adoptar modelos que les resulten provechosos en todos los sentidos. La popularidad de empresas de comida rápida en el mundo se adhiere a dos grandes necesidades, una: la necesidad de alimentarse y la otra: la prontitud en el tiempo del que se pide el producto hasta que este se obtiene. Hoy en día con la popularidad de internet y redes sociales, el cliente desea comprar un bien que llegue en el menor tiempo posible pero que a su vez responda a altos estándares que no se vean jamás afectados por la celeridad en que llega lo que han solicitado. En ese orden de ideas el modelo Justo a tiempo (“Just in time” en inglés) y que procede de una idea original japonesa, es hoy un aliado crucial y cada vez más notable en la práctica de la venta y enlaces comerciales.
Conocer a profundidad como funciona este modelo es el motor de este escrito que va a tomar también las problemáticas que puedan darse en una empresa, con la finalidad de presentar los aspectos en los que “Justo a tiempo” pueda plantear soluciones viables, certeras y que sobre todo conlleven a ese bienestar en la administración de una empresa, que como es normal, siempre va a querer crecimiento, avance y más ventas, dando al cliente siempre un valor añadido que le haga querer seguir comprando en nuestro establecimiento y no en la competencia.
DESARROLLO
Me encuentro laborando en una empresa panificadora de la región. Producimos desde pan tajado para venta en comercios, hasta pan de hamburguesas que se vende a empresas de comida rápida y harina para pizzas que también se vende a locales especializados en la venta de este alimento. He detectado que se dan varias problemáticas que gracias al sistema justo a tiempo hoy salen a la luz y son:
1. Debido a la sobreproducción de nuestro elemento base (la harina y el pan) ha sucedido que varios lotes de este alimento caducan y ya no pueden ser vendidos ni reutilizados. Esta gran cantidad de pan llenaba nuestros estantes de fabricación y no podíamos hacer nada con el. Cuando íbamos a desecharlo recibimos atención de la alcaldía por estar desechando alimentos que pudiésemos haber donado si revisásemos su vencimiento días antes, para ser dado a fundaciones. Sucede que para poder botar el pan necesitamos un permiso ante las autoridades, que supuso para la empresa un pago a la entidad de basura de la ciudad. De manera que no solo terminamos perdiendo material (el pan podrido) sino que además tuvimos que pagar a la autoridad para que pudiese ser incluido todo ese material dañado en su almacenaje de basuras.
2. El segundo gran problema que encontré además de estar ocupando espacios necesarios en la empresa y el pago a la autoridad para desechar los panes es que el envío de transporte de pan a toda la ciudad y poblaciones cercanas no era garantía de ventas totales, ya que se enviaba el alimento con el anhelo de que fuese comprado en su totalidad por sitios minoristas y tiendas. El único pago seguro es el existente con las empresas de comida rápida que siempre pedían un número mensual, pero nuestra empresa hacía de más y los acumulaba con la esperanza de que se venderían,pero esto nunca pasaba, osea, generaba más perdidas que ganancias.
3. El tercer problema hallado es que existe dentro de la empresa muchísima burocracia y papeleo para la salida del pan a la venta, pese a que no tenemos la seguridad de que se venda en todos los lugares, lo cual es negativo porque pasaban días desde que el pan finalmente se hacía hasta que salía de la empresa por la gran cantidad de firmas y garantías de calidad que debían hacerse para su salida. Esto también es nocivo porque reduce varios días la esperanza de vida del pan fresco ya que se acerca más pronto su fecha de vencimiento sino se saca el mismo día que se hace.
Con todas estas problemáticas he presentado la propuesta de incorporar a nuestra empresa el modelo Justo a Tiempo, puesto que lo considero la forma más viable de abaratar costos, mantener nuestra calidad, acabar la burocracia y sobre todo evitar el excedente, el desperdicio y la irregularidad. Como soluciones más exactas, he definido las siguientes siete:
1. Evitar papeleos recargados ni burocráticos, permitiendo que el pan salga a la venta para toda la ciudad y demás poblaciones el mismo día en el que se hace.
2. Ya no serán necesarios tantos controles de calidad porque cada trabajador en su labor particular va a ser un observador preciso del alto valor de nuestra empresa representando en el pan y las harinas de excelente nivel.
3. Se eliminarán los estantes que antes se llenaban y generaban costos contribuyendo así a que el pan salga el mismo día en que se hace.
4. La empresa implementará las etiquetas Kanban para hacer un seguimiento directo y más fácil del pan para así cerciorarse de su destino simplificando las cosas.
5. Se producirá solo el pan al momento en el que el cliente lo solicité, enviando así un pan verdaderamente fresco y que debido a nuestra experiencia y maquinaria se hará rápido e irá directamente a su destino. De esta forma el pan sale para la empresa de hamburguesas que lo ha solicitado ese mismo día. Nuestros clientes ven nuestra rapidez y calidad del pan lo cual repercutirá en más prestigio, un buen boca a boca entre la gente y más ventas.
6. Evitando los excedentes nos libramos de llamados de atención de la autoridad, así como de tener que pagar al lugar de basuras de la ciudad para que recoja la gran cantidad de producto que antes se iba a sus instalaciones.
7. Teniendo la cifra exacta de solicitudes de nuestros productos es más fácil hacerlos al día y enviarlos a su destino. De esta forma ya no tenemos exceso en estantes que luego se vence y se pudre, sino que además no perdemos dinero y somos más precisos en el manejo del tiempo.
CONCLUSIÓN
Apropiándonos del método Justo a Tiempo en una empresa como la mía, nos damos cuenta de su alta eficacia y utilidad sobre todo teniendo en cuenta las dinámicas del mundo de hoy, donde todos quieren obtener por lo que compran inmediatez, pero también calidad. Entender que hay que acabar con el excedente, el desperdicio y la irregularidad termina siendo algo provechoso, sobre todo si queremos que nuestra labor como administrador genere cada vez más prontitud y menos burocracia y alargamiento en los procesos que van desde la producción hasta la venta. Cuando entendemos que etiquetas como la Kanban son necesarias y útiles para la eficiencia deseada y que hay que saber identificar los problemas para arreglarlos vemos que simplificando todo no logramos despilfarro, en cambio sí más operatividad, validez y un cumplimiento de los objetivos de la empresa con una mirada enfocada siempre en ganancias y beneficios.
Si adaptamos la teoría de los seis ceros y logramos cero averías, cero demoras, cero defectos, cero existencias y cero papeles nos encontraremos con una empresa más orientada, con sus ideales claros y muy bien definidos, en la que vemos que cada trabajador importa y su labor es necesaria para lograr una integración que nos beneficie a todos y permite siempre escalar para así seguir creciendo dando un producto en maravillosas condiciones y con una prontitud exacta. Considero que es de agradecer esta iniciativa nacida en Japón en el interior de la empresa Toyota porque puede ser utilizado en todas las empresas, buscando siempre ser más eficaces y productivos. Descubrimos que sin excesos podemos ser más precisos y desarrollar nuestro trabajo de una forma loable, que entienda la utilidad de todos los demás y la obtención de logros palpables y permanentes en el tiempo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Administración con el Método Japonés – Agustín Cárdenas – CECSA – 1993
El Sistema de Producción Toyota – Yasuhiro Monden – Ediciones Macchi – 1993
HIPOLITO, Joaquín y MARÍN, Fernando. Las técnicas justo a tiempo y su repercusión en los sistemas de producción (Economía industrial. 2000)
LEFCOVICH, Mauricio. Kaizen aplicado a los procesos y actividades administrativos – burocráticos – www.monografias.com (2003)
SARACHE, William y TOVAR, Nelson. Justo a tiempo: la manufactura modular: una alternativa para mejorar la competitividad (Revista Universidad EAFIT – Vol. 36, Núm. 117. 2000)