NUEVA YORK (AP) – Impulsado por el movimiento #MeToo, dos grupos de defensa nacionales se están uniendo para presentar denuncias de acoso sexual contra McDonald’s en nombre de 10 mujeres que han trabajado en el restaurante de comida rápida en nueve ciudades.
Los trabajadores, uno de ellos de 15 años de edad, de St. Louis, alegaban que los supervisores andaban a tientas, proponían sexo, exhibían indecencia y comentarios lascivos. Según sus quejas, cuando las mujeres denunciaron el acoso, fueron ignoradas o se burlaron, y en algunos casos sufrieron represalias.
El esfuerzo legal fue organizado por Fight for $ 15, que hace campañas para aumentar los salarios de los trabajadores con bajos salarios. Los costos legales están cubiertos por TIMES UP Legal Defense Fund, que fue lanzado en enero por el National Women’s Law Center para proporcionar abogados para mujeres que no pueden permitirse llevar casos por su cuenta.
Las quejas, presentadas ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo de los EE. UU., Se anuncian el martes, dos días antes de la reunión anual de accionistas de la compañía en Oak Brook, Illinois.
Respondiendo a los reclamos, la portavoz de McDonald’s, Terri Hickey, dijo que “no hay lugar para el acoso y la discriminación de ningún tipo” en el lugar de trabajo.
“McDonald’s Corporation toma muy en serio las denuncias de acoso sexual y confía en que nuestros franquiciados independientes que poseen y operan aproximadamente el 90 por ciento de nuestros 14,000 restaurantes en los Estados Unidos harán lo mismo”, dijo Hickey por correo electrónico.
Lucha por $ 15 dijo que los restaurantes nombrados en las quejas son administrados por franquiciados, no directamente por McDonald’s. Pero las quejas nombran tanto a McDonald’s Corp. como a la franquiciada, parte de los esfuerzos de Fight for $ 15 para responsabilizar a la compañía por los problemas de salario y empleo en las ubicaciones franquiciadas. La compañía afirma que sus franquiciados son dueños de negocios independientes, y esa postura ha complicado los esfuerzos para sindicalizar a los trabajadores en toda la cadena de McDonald’s.
Cuando los cargos de acoso sexual fueron presentados por Fight por $ 15 trabajadores hace dos años, McDonald’s prometió una revisión de esas acusaciones. Sin embargo, Hickey, en su nueva respuesta, se negó a decir si esa revisión dio lugar a cambios en las políticas y prácticas destinadas a reducir ese acoso.
Entre los nuevos demandantes se encuentra Tanya Harrell, de 22 años, de Nueva Orleans, que alega que sus dos gerentes la molestaron, pero de lo contrario no tomó ninguna medida después de que ella les contara de un acoso verbal y físico sostenido por parte de un compañero de trabajo.
Harrell, quien gana $ 8.15 por hora, dice que hacer pública su queja puede ser emocionalmente agotador, pero que está orgullosa de su decisión.
“Siento que tengo voz ahora”, dijo en una entrevista telefónica. “Me da un poco de motivación y un poco de coraje”.
Además de Nueva Orleans y San Luis, los trabajadores presentaron cargos en Chicago, Detroit, Los Ángeles, Miami; Orlando Florida; Durham, Carolina del Norte y Kansas City, Missouri.
Las nuevas acusaciones llegan casi dos años después de que 15 trabajadores de McDonald’s en Fight for $ 15 presentaran una serie de quejas de acoso sexual contra la compañía. Los abogados de los trabajadores planean solicitarle a la EEOC que consolide o coordine los cargos recientemente presentados, así como algunos de los cargos de 2016 que siguen pendientes.
Lo que es diferente esta vez, dicen los organizadores, es que todas las mujeres que presentan cargos están representadas por abogados debido al apoyo del fondo de defensa. En términos más generales, el movimiento #MeToo que estalló en octubre pasado ha animado a más mujeres a hablar y ha llevado a algunos empleadores a modificar su enfoque al acoso, dijo la directora general del Centro Nacional de la Mujer, Fatima Goss Graves.
“La mayoría de las compañías tienen una política que dice que no hay acoso sexual, pero ¿cómo se puede lograr que funcione?” ella preguntó. “En este momento, debido a las enormes disparidades de poder, es fácil esperar las quejas y nada realmente cambia”.
Eve Cervantez, abogada del bufete de abogados de interés público con sede en San Francisco Altshuler Berzon, está trabajando en las nuevas denuncias. Ella dice que representan un esfuerzo por extender el poder de #MeToo a las mujeres con bajos salarios cuyas situaciones no han llamado tanto la atención como las víctimas de acoso en Hollywood, los medios y otros sectores.
Las mujeres que presentaron cargos “quieren que McDonald’s tome en serio el acoso sexual y haga cumplir su política de tolerancia cero ya existente”, dijo Cervantez. “Creemos que McDonald’s puede usar su poder e influencia para garantizar un lugar de trabajo más seguro para todos sus empleados”.
La lucha por $ 15 está solicitando a la compañía que realice entrenamientos obligatorios sobre acoso sexual para gerentes y empleados, y que cree un sistema seguro y efectivo para recibir y responder a las quejas. Como parte de la iniciativa, Fight for $ 15 dijo que está estableciendo una línea directa que los trabajadores pueden utilizar para que los abogados revisen sus quejas.
Los activistas dicen que el acoso sexual es generalizado en la industria de la comida rápida. Citan una encuesta de 2016 de Hart Research Associates, realizada para tres grupos de defensa, que calculó que el 40 por ciento de las trabajadoras de comida rápida experimentan un comportamiento sexual no deseado en el trabajo.
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La periodista de The Associated Press, Candice Choi, contribuyó a este informe.
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