El Gatusso de La Palmilla (apelativo que se le puso la temporada del regreso a Primera División al mediocentro malagueño), está siendo de forma continuada el centro de atención de los medios deportivos de la capital de la Costa del Sol.
Cuando no juega: porque no juega. Cuando juega: por no celebrar sus goles con el resto de la plantilla. Parece que los periodistas malacitanos se han empeñado en echar leña al fuego del caso Apoño.
Si cometió algún acto de indisciplina, ya obtuvo su correspondiente castigo e indulto posterior. Ahora que ha vuelto a los onces de Pellegrini, podríamos tanto prensa como afición, en un acto de malaguismo puro; hacer borrón y cuenta nueva, simplemente felicitarle por el gol de la victoria del partido pasado y alentarle para que repita el próximo sábado.
Porque hay mil cosas más importantes que una simple celebración de un gol. Dejemos de echar piedras sobre nuestro tejado.
Caso Roig
Una de los temas que requieren más atención es la denuncia pública a través de la cadena SER que hizo ayer el presidente del Villarreal, Fernando Roig, indicando que el Málaga aún no ha pagado el IVA del traspaso de Cazorla. Teniendo en cuenta que la cantidad adeudada asciende a unos 3 millones de euros y que el club andaluz ya pagó a tocateja unos 18 millones, no habría motivos para tal desconfianza. Estaría por ver si habrían llegado tales urgencias a la directiva del equipo castellonense de haber hecho una mejor actuación en la ronda clasificatoria de la Champions League.
Escucha aquí la entrevista a Fernando Roig en El Larguero de la Cadena SER