Que el deporte es bueno, lo sabemos todos. Natación sincronizada, esgrima, fútbol, golf, baloncesto, balonmano, pilates, yoga, gimnasia rítmica, waterpolo, etc. Se trata de escoger el que más se ajusta a tu personalidad. Además, si no te apetece practicarlo, nos espera un mes repleto de Eurocopa y a partir del 27 de julio Londres se internacionalizará, aún más si cabe, para celebrar los Juegos Olímpicos 2012. Vaya, ¡que no hay queja de oportunidades deportivas!
¿Pero qué quiere decir eso de que el deporte es "bueno"? Es obvio que no soy médico ni nada relacionado con el mundo sanitario, pero desde el punto de vista de una chica a la que le atrae este mundillo, me atrevería a sacarle varios tipos de beneficios, como que nos hace desconectar de la rutina, podemos mantenernos en forma y más ágiles, nos ayuda a relajarnos o nos hace liberar adrenalina.
Sin embargo, la entrada de hoy va más allá de todo esto. Se trata de un beneficio sorprendente del deporte del que me he enterado esta mañana al leer la prensa, pues para mí era absolutamente desconocido y llamó mi atención. Quizás muchos de vosotros ya habríais oído hablar de él, no lo sé, el caso es que los deportes tales como el fútbol disminuyen el dolor en los pacientes que padecen un estado avanzado de cáncer. Esto lo corrobora un estudio que pone de manifiesto que mientras que estos pacientes ven un partido la intensidad del dolor medio disminuye casi un 9% y la del malestar un 5%. Echad un vistazo al VÍDEO