Sakineh Mohammadi Ashtiani, una mujer de 43 años de edad, natural de Irán, encarcelada desde 2005, está a la espera de un recurso judicial, que determinará si finalmente es lapidada o no. Condenada por adulterio y complicidad en el asesinato de su marido, podría ser ejecutada próximamente en un acto cruel e inhumano, que constituye una muestra de barbarie atroz y atenta contra los derechos humanos fundamentales. Los países que muestran su indignación contra el Gobierno de Teherán por su capacidad para fabricar armas nucleares, justo las mismas que ellos acumulan, perfeccionan y desarrollan día a día, tienen ahora otra razón de peso para presionar con fuerza y tratar de impedir esta práctica, que remueve conciencias y genera un sentimiento de adhesión con la causa de Sakineh Asthiani, madre de dos hijos. Su suerte está en manos de los mismos tribunales que le han castigado, después de haber recibido noventa y nueve latigazos. Amnistía Internacional mantiene activa una campaña de apoyo a esta mujer, que consiste en una recogida de adhesiones, que serán remitidas al líder de la República Islámica, Ayatollah Sayed Ali Khamenei, solicitando que se conmute la pena de muerte impuesta a Sakineh Mohammadi Ashtiani, se revise su causa y se declare la suspensión de las lapidaciones y el uso de la flagelación. Si quieres participar, debes pinchar en este enlace: