Revista Móviles
Hoy no es un buen día para los de Cupertino. Un jurado estadounidense ha hallado culpable a Apple Inc. de usar una patente tecnológica propiedad del departamento de patentes de la Universidad de Winconsin-Madison (WARF o Fundación de Investigación de ex-Alumnos de Wisconsin) sin permiso y deberá pagar una gigantesca reparación de nada menos que $862 millones de dólares, vaya.
¿Por qué tanto dinero? Porque es un asunto de mucha importancia, resulta que Apple habría infringido patentes relacionadas la eficiencia en ejecuciones fuera de orden en sus procesadores A7, A8 y A8X que se hallan en los iPhone 5, 6 y 6 Plus. El asunto no acaba ahí, esta multa de $862 millones de dólares es solamente por esos 3 procesadores; porque WARF inició un nuevo proceso judicial contra Apple el mes pasado y en este el blanco son los nuevos chips A9 y A9X encontrados en el iPhone 6s, 6s Plus y el iPad Pro.
Si te interesa lo más específico, las patentes de dicha universidad tienen que ver con un método para mejorar la eficiencia del procesador usando circuitos predictores e historiales de mis-speculation (o algo así). No está claro como ha hecho WARF para descubrir esta infracción, porque obviamente no es algo que se vea con sólo echarle un vistazo al chip —y Apple no es una empresa que haga públicos sus códigos fuente, pero el hecho es que tarde o temprano se halló.
Vía: Android Authority