En los últimos tiempos, Intel se ha convertido para Apple en una rémora en relación a los procesadores que desarrolla para ellos. Así varias veces se ha retrasado el lanzamiento o la actualización de nuevos ordenadores por no estar preparada la siguiente generación de procesadores.
Desde el 2016, Apple estudia fabricar por sí misma los procesadores. De este modo, la compañía de Cupertino podría haber dado un ultimátum a Intel sobre este tema. La preocupación en Intel es ya un hecho
Apple trabaja con los procesadores de los Mac
Así, Apple está ya en unos procesadores propios y ha informado de ello a Intel. Si algo siempre ha diferenciado a Apple del resto de fabricantes es que suele querer ser lo más independiente posible. Por ello, desde un principio, la compañía elaboraba todos los componentes importantes en sus dependencias en California.
Con la llegada de los procesadores Intel, Apple empezó a depender de una segunda compañía. Lo que provoca que el software propio de Apple sea un éxito es el programado línea a línea teniendo en cuenta los modelos de ordenadores que se poseen en el mercado, que en el caso de esta compañía es un número muy finito.
Sucede algo parecido con los dispositivos iOS, Apple los prepara y pule según los modelos que en los últimos años se han lanzado para que fluya lo mejor posible bajo los dedos de los clientes.
Por lo tanto, Apple se ha cansado de esperar a las siguientes generaciones de procesadores para poder lanzar o actualizar sus productos. Fruto de ello, Intel ha confirmado que está trabajando en los procesadores Xeon para portátiles con soporte Thunderbolt 3 y USB-C.
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