Revista Cultura y Ocio

Apreciaciones sobre el poemario de Gloria Nistal:  Soñando Ceibas (palmeras del paraíso) por Nery Santos Gómez

Publicado el 02 agosto 2024 por Nerysantosgomez

Descubro entre las letras de este libro una hamaca que en las tardes de junio amarrada a una Ceiba da el nombre a este poemario publicado por el Grupo editorial Sial Pigmalión. 

Al final de la declaración de intenciones que hace la autora, hay una frase que está sola, encabezando una página en blanco.  Es una frase en apariencia corta, con siete palabras separadas solo con una coma para respirarla y sin un punto para que no finalice: 

“El amor no cabe, siempre se desborda”

Esta frase está presente en todo el sentido e intención del libro y su esencia, en efecto, se desborda en todos los que recibimos el regalo de su lectura. 

Abrimos el libro con un pórtico donde nos recibe un amor de dos caras:

/El amor tiene dos partes/ La de los nervios vaginales/ La de las punzadas en el alma/

Unos versos profundos y llenos de significado y altura que desde estas dos bases (cuerpo y alma) se transformará en un prisma de muchas caras con sus vertices y arista, hasta terminar el libro. 

Estuve con la Gloria Nistal una noche estrellada en Egipto. Salíamos de la piscina del hotel que nos albergaba después de nuestras conferencias y luego de un recorrido a los bordes del poderoso Nilo. Fue allí que recibió una llamada avisando de la muerte de su amigo Alfonso. A la vez que recibía la noticia, escuchábamos el llamado del rezo de la mezquita y a mi me parecía que era el mismo Alfonso el que le avisaba y a la vez le abrazaba en tierna despedida. Gloria lloraba y sonreía al recordarlo. Vida y muerte corrían una tras la otra, otra tras la una, compitiendo por los recuerdos, las emociones y la dura noticia en su mente y su corazón. Por este motivo, cuando encuentro que el primer poema está dedicado a Alfonso bajo el amplio título: «Visitando de mil maneras el reino del amor”, tengo que admitir que a través de los versos que inician el primer apartado del libro, Alfonso sigue vivo gracias a las palabras profundas de estos versos. 

La autora se declara “Aunque no lo quiera” habitante

 /De un bosque que impide honrar el árbol de la vida/

Y en “Callejones”  en los que se van depositando suspiros

/Que otros amantes recogerán/

En “De tanto pensarte” entiende que 

/Ya no le sirven los puentes

Ni las puertas

Si no es para quererte/.

Igualmente en su poema “¿De qué tierra?”, va recorriendo ciudades y países en un arraigo y pertenencia que la convierten en una ciudadana del mundo: Nueva York, Chile, Grecia, Suiza, Italia, México, El Caribe… tantos lugares recorridos, asimilados, retratados. El mundo en una poesía y en el corazón de nuestra autora. 

En este poemario, las palabras cobran nuevos e inesperados significados. Las cadenas pasan a atar principios, errores, fidelidades. Los ojos en vez de mirar, tocan, queman, juegan o vuelan. Adentrarse en estos versos es encontrar nuevos horizontes para conceptualizar de nuevo nuestros íntimos diccionarios, revisando los significados.  Sorpresivos símiles, nos sitúan en un nuevo mundo de emociones y sentimientos donde el amor puede ser verde y se puede trocar un abrazo por la muerte. 

Sabemos que la autora ha recorrido el mundo y sigue visitando y conociendo. Cuando las personas viajan a veces nos traen algún souvenir. Gloria siempre nos trae fotografías especiales y poemas inspirados en los sitios que visita. No siempre los versos o las imágenes son alegres. Pero todas son originales y captan nuevos puntos de vista. Uno de estos poemas que más me ha impactado es el que se titula: “NO VI TIGRES EN KERALA”.

En este poema los depredadores no son los animales sino los  jeeps y los humanos que portan cámaras. Las lágrimas de la autora se vuelven nuestras y nos produce una gran empatía hacia la leona, ahondando en la pena por haberles robado su espacio. Gloria Nistal nos conmueve con las causas de los que no tienen voz, como son en este caso los animales y en otros los niños. Hay poemas que están tan bien construidos y escritos con tal magistralidad que tienen la tremenda facultad de abrir conciencia en unas pocas líneas y  explicar los daños que hemos hecho a nuestro mundo. Este es uno de ellos. 

Hago una invitación a explorar este poemario, porque son muchos otros los que hay que descubrir y que tienen la facultad de hacerte evolucionar. 

En la segunda parte,  titulada “LO DIFÍCIL ES ENTENDER” . Los poemas te llevan de la mano al desarraigo y la desesperanza pero sin dejarnos huerfanos de al menos una ilusión:

/A veces, como esta noche,/

/Somos conscientes/

/De que quizá/

/La vida no venga a rescatarnos,/

/Si no, a lo sumo, a ofrecernos/

/Irrisorios disfraces de esperanza/

La autora le da dimensión a los los detalles más desapercibidos como por ejemplo en  este verso:

“El espacio lento

que media entre la gota

que se despide de la hoja del árbol

Y la tierra

A la que da de beber.”

Hasta los más inexplicables y gigantes:

“El espacio,

La materia de los agujeros negros,

Un elemento más de nuestra respiración,

El horror de los desiertos,

La belleza azul de los océanos.

La existencia de Dios está cuestionada, explicada, entendida y desentendida. 

También la paz y la guerra». 

 A través de estas páginas se hace evidente el caudal interno, fuerte y poderoso, como el magma de la tierra que despierta los volcanes, que posee la pluma de la autora. Tan audaz y creadora como las corrientes internas que brotan en nuevos ríos y que riegan las Ceibas de nuestras naturalezas. Todo enriquecido por sus viajes y el lente engrandecido de su cámara que dimensiona la realidad dándole importancia a los detalles por otros desapercibidos pero que en ella, se vuelven verso.

Dice Gloria en uno de sus poemas:

/Quisiera que de nuevo te encontrarás/

/En mis palabras como en tu casa/

/Entretenida en la más íntima 

De tus habitaciones/

Y es que realmente al leer este libro, uno se siente como en su casa, en una habitación íntima donde los sentimientos van desnudos y no se habla más que de verdades puras en el lenguaje de los ángeles  que van susurrando al oído del alma, un canto a la paz, al amor, a los pequeños detalles y a los grandes sucesos. A un pequeño caracol y a las pinturas de Velázquez,  los desvelos de Platón,  a la música de Tina Turner, a ser Gregorio Samsa y a apreciar desde el Nilo las sonrisas de los niños nubios.

Hay un poema sobre un día turbio donde las llaves no podían abrir las cerraduras de la casa. Hay lágrimas en este poema. Y también una ducha liberadora dentro del confort de estar ya dentro del hogar. Al leer este libro se siente también el estar ya dentro del hogar en intimidad y el poder llorar por los avatares del mundo y del amor tan bien reflejadas en él.  

Terreno adentro de este poemario, abriendo concavidades a las palabras, está el alma de la autora, que agradece, que busca la paz, que retrata el mundo en versos, como ella dice, “con sobredosis de ilusiones y sin respetar su calendario”, pero lo que no sospechas es que también encontrarás retazos de la tuya meciéndose en la hamaca de esa Ceiba citadina y sagrada con raíces en África y tal vez tú también como su autora puedas /Acercarte a su tronco y escuchar sus ramas/.

Espero que el mundo no se pierda de estas fabulosas caricias apalabradas, porque leyéndolas con cuidado, como quien saborea un postre delicado, se podrán experimentar vivencias únicas. 

Apreciaciones sobre el poemario de Gloria Nistal:  Soñando Ceibas (palmeras del paraíso) por Nery Santos Gómez

La autora: Gloria Nistal. En su hamaca, soñando Ceibas.


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