Las cutículas, cumplen una función muy importante, que es la de proteger el lugar de nacimiento de la uña, la parte mas delicada de la misma. Si cortamos y eliminamos la cutícula, corremos el riesgo de una infección. Es decir, si se elimina la cutícula, se corre el riesgo de que la uña crezca mal o sea presa de cualquier infección oportunista, por lo que no se debe eliminar nunca.
Seguro que has leído mil y un veces que las cutículas no deben cortarse nunca, en vez de eliminarla, debemos cuidarla y protegerla, para mantener su flexibilidad y evitar la formación de esos pellejitos que tanto nos molestan.
Es importante cuidarlas siempre y en especial si tenéis una entrevista de trabajo o una presentación en el despacho, por ejemplo.
Solo debemos tener en cuenta los siguientes consejos:
Si tus cutículas se encuentran muy descuidadas y maltratadas, puedes aplicar un poco de aceite de cutícula de almendra todas las noches y dejarlo puesto hasta el día siguiente.
Si las cutículas son muy duras, utiliza dos veces a la semana el quitacutículas, así se ablandarán y será mas sencillo empujarlas, siempre con ayuda de una toalla, o del palito de naranjo, evita empujadores de metal.
Y no te olvides de siempre mantener las manos hidratadas...
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