Aprendamos a querernos

Lo voy a llevar a lo que nos ocupa en este blog. el branding, y la comunicación.

A menudo nos sentimos amarrados a un estilo que hemos creado, sobre todo por que se hizo con todo el cariño del mundo, o por que en el momento que se definió era lo que nos hacía sentir bien, solo que a veces no somos capaces de ver que nuestra audiencia no comulga con el gusto derrochado en el estilo.

Como en el vídeo en el que un milagro hace que mejore la autoestima de unas chicas (o señoras) e incuso su actitud para consigo mismas y su entorno. y al final no es nada más que un parche.

Por supuesto todo problema tiene una solución y solo debemos repasar lo que nos incomoda de nuestras acciones de branding y cambiarlas, si tenemos un logotipo creado por nuestro artista familiar, o los uniformes feos, o simplemente no nos gusta un catálogo o escaparate debemos ponernos manos a la obra y hacer que empiece a funcionar.

Si no somos capaces de discriminar los sentimientos iniciales del plan de branding es mucho mejor que confiemos en un especialista, ya que hay que tomar medidas de cambio con el sentimiento justo, pensando en futuro más que en pasado y eso es lo que puede hacer que no solo nosotros, si no nuestros seguidores y clientes sientan que amamos lo que hacemos y que por tanto la pasión es uno de nuestros valores.

Las marcas frías y sin sentimientos ya no generan la atracción de antaño, por eso cambiemos cosas, sin miedo. No existe la fórmula exacta que se adapte a todas las marcas y por eso solamente con el método de fallo – error para poder definir los aspectos destacables de nuestra empresa.

Miquel Pujante