La poesía es fruto de la expresión humana; y se relaciona con el entorno y la época en que se escribe. Influyen las ideas políticas, las situaciones históricas, los problemas sociales y la realidad de vida del autor. El poeta se hace cargo de sus circunstancias y las denuncia, o se desahoga. Todas estas características hacen de la poesía una herramienta de reflexión. Un poema nos puede abrir los ojos respecto a una realidad que ocurre en nuestro entorno, ofreciéndonos una mirada nueva sobre un tema con el que incluso nos podemos sentir identificados.
El arte, en sus distintas manifestaciones, busca responder las preguntas que se hace el ser humano: ¿qué somos?, ¿qué es la vida?, ¿cuál es el sentido de nuestra existencia? Se abordan los temas que nos aquejan y se ensayan respuestas, lo que enriquece la mirada y aporta otros puntos de vista.
Ahora bien, antes de un análisis poético es importante conocer los tres componentes básicos de la poesía: el hablante, el motivo y la actitud lírica, los cuales son parte fundamental para la comprensión del lenguaje poético. En esta entrada no solo te los explico, sino que te ofrezco algunas estrategias para que puedas analizar (y entender) textos poéticos, y hasta te propongo un ejercicio.
El hablante lírico Es la voz ficticia que se expresa en el poema y que actúa como el emisor del discurso poético. Es quien habla en los versos. No lo confundas con el autor; pues el hablante lírico es un personaje, y aunque muchas veces el sujeto ficticio es también el sujeto empírico, en el análisis poético se tratan de forma separada. En fin, el hablante es quien transmite sus sentimientos y emociones, su mundo interior.
El motivo lírico Es la idea o concepto que predomina en el poema. Es el tema principal que se reitera verso tras verso, el cual generalmente es abstracto: el amor, el dolor, la soledad… Para reconocerlo hay que prestarle atención al título, a las palabras repetidas y a las relacionadas.
La actitud lírica Es la forma y el tono que utiliza el sujeto lírico para presentar sus sentimientos en el poema. Hay que fijarse en los verbos y en su conjugación para reconocer la persona gramatical y saber qué actitud tiene.
Actitud Qué busca Persona gramatical Ejemplo
Enunciativa Contar algo 3ra (él, ella) Era un pobre diablo
Apelativa Hablarle a alguien 2da (tú, usted, vos) Te vas para no volver
Carmínica Expresar sentimientos 1ra (yo, nosotros) Yo muero sin ti
Estrategias para comprender el lenguaje poético Si en algún momento tienes que hacer un análisis poético o si quieres aprovechar al máximo tus lecturas poéticas, ten en cuenta los siguientes pasos para un mejor entendimiento de la obra.
- Lee el poema y revisa si hay palabras que no conoces. Busca su significado.
- Establece relaciones entre las palabras, frases y versos.
- Verifica las figuras literarias y su significado.
- ¿Quién es el hablante lírico?, ¿cómo es?
- Selecciona los versos que reflejan el motivo lírico.
- ¿Cuál es la actitud del hablante lírico?
- Interpreta el mensaje que transmite el poema y reflexiona sobre este.
En la brecha José de Diego ¡Ah, desgraciado, si el dolor te abate, si el cansancio tus miembros entumece! Haz como el árbol seco: reverdece y como el germen enterrado: late. Resurge, alienta, grita, anda, combate, vibra, ondula, retruena, resplandece... Haz como el río con la lluvia: ¡crece! Y como el mar contra la roca: ¡bate! De la tormenta al iracundo empuje, no has de balar, como el cordero triste, sino rugir, como la fiera ruge. ¡Levántate!, ¡revuélvete!, ¡resiste! Haz como el toro acorralado: ¡muge! O como el toro que no muge: ¡embiste!