¿Cuánto hace que no disfrutas de Tu Momento? ¿Cuándo fue la última vez que estuviste con el móvil apagado (y no por culpa de la batería)? ¿Cuándo decidiste tomarte unas vacaciones mentales (esas que se cogen, aunque tengamos que seguir yendo a trabajar)? Las Redes están bien, escribir un blog lo está y estar informados casi en directo de lo que pasa en el mundo, también, pero siempre hace falta tomarse un respiro y dedicarse a otras cosas, relajarse, disfrutar de la compañía de gente no virtual, leer o incluso, estar solo.
Cuando me propuse el reto de escribir una vez al día en este blog, supe que iba a hacerlo sólo entre semana. Y que, incluso entre semana, jamás me obligaría a escribir si no tenía nada que contar, tiempo para subir algo que mereciera la pena o simplemente ganas. Por eso cuando llegan los viernes me despido hasta el lunes, porque el fin de semana es el tiempo que dedico a todo aquello que no me da tiempo entre semanas y, a parte de que resultaría pesadísimo para mí y para vosotros escribir también en sábado y en domingo, realmente me ayuda a coger fuerzas y a empezar la semana el lunes de mucho mejor humor.
Si tú también quieres desconectar, sólo tienes que aprender. Casi todo en esta vida es cuestión de hábitos y hay que acostumbrar al cuerpo a que, después de dosis de trabajo, redes, currarse artículos y whatsapp, hace falta una buena ración de relaciones reales, prensa en papel o libros.
- Apaga el móvil (y el ordenador): que los grupos de whatsapp, las redes sociales y los e-mails, esperen. Este es tu momento. Apaga el móvil y no lo enciendas hasta que hayas dejado de sentir la necesidad de encenderlo. Muchas veces creemos que no somos adictos a algo, hasta que nos damos cuenta de lo que es estar un rato sin ello.
- Saca tiempo para leer: dale un empujón a ese libro que tienes permanentemente a medias, busca un hueco para empezar nuevas lecturas, ordenar tu estantería o donar aquellos libros que ya no leerás nunca.
- Si quieres informarte, escucha la radio: la radio es esa otra cajita mágica que te mantiene informado a pesar de no tener Twitter abierto o la televisión cerca. Además, te permite seguir haciendo otras tareas a la vez que la escuchas.
- Practica algún deporte: salir a darte una buena caminata, montar en bici o correr es uno de esos momentos en los que puedes dejar de pensar y desconectar de la rutina diaria. Además, algunos estudios aseguran que salir a pasear potencia la creatividad, ¿qué te parece?
- Sal con tus amigos: deja ya de hablar por whatsapp y queda por fin con ese amigo o grupo de amigos a los que hace tanto tiempo que no ves. Desvirtualiza a la gente que parece vivir dentro de tu móvil y, ahora que hace buen tiempo, sal a una terracita a disfrutar del verano.
- Comparte tiempo con tu familia: si la rutina de todos los días no te deja tiempo para ver un partido con tu padre o charlar con tu madre, o irte por ahí con tus hermanos, esos días en los que realmente te propones desconectar, pueden ser interesantes.
- Viaja: ya sea a la piscina de tu urbanización o a algún destino que ya te apetecía.
- Cine, cine, cine: una de mis formas favoritas de desconectar, ver películas. Te recomiendo Al filo del mañana (la vi el otro día y me sorprendió gratamente) y tengo pendiente Trascendence (¿la has visto ya?).
Así pues, queda dicho. Espero que este fin de semana tengas un respiro para desconectar, y si te toca trabajar (lo sé porque lo he sufrido en mis carnes), intenta que los ratos en los que no tienes que hacer nada, sean productivos, desconectando de todo aquello que es protagonista en tu rutina.
Hasta el lunes, almas cándidas :)