Hay quien aún piensa que los que tienen muchos seguidores en Twitter es porque 'saben mucho'. Pero lo cierto, es que ser popular no tiene nada que ver con poseer conocimientos, ni mucho menos con tener experiencia en algún campo o sector.
En Twitter hay muchos usuarios con fama previa, que antes de existir las redes sociales, ya contaban con miles de seguidores o fans… qué le vamos a hacer, si le gustas a la gente, pues le gustas. En ese caso, se trata de gente famosa y es 'normal' que sus fans también los sigan ahora en las redes sociales.
En cambio hay otros, que sin ser famosos, han escalado en Twitter haciendo crecer su número de seguidores hasta conseguir miles de ellos. Hecho que les ha dado cierta visibilidad (no lo llamaría fama), y al mismo tiempo los ha convertido en seres sombríos, lejanos y pedantes. Se han olvidado de que hace un par de años, también comenzaron desde cero, como todos en esta Red.
Son los mal llamados 'gurús' (yo les agrego el adjetivo: 'tóxicos'). Ésos que piensan que Twitter es un monólogo o una Corte en la que sólo pueden hablan ellos. Lo digo porque la mayoría sigue a un puñado de personas, mientras ellos son seguidos por miles en una proporción mesiánica.
Incluso puede que hasta hace poco tiempo atrás alguno fuese tu amigo, cuando todos éramos iguales, antes de la llegada de Twitter. Pero hoy, parece que ya no estamos a su altura para compartir, conversar o debatir; pues se han subido a un pedestal que ellos mismos han construido a base de seguidores. Un pedestal que posee una altura visible sólo en sus mentes y una medida calculable sólo en sus egos.
Lo peor, es que esta actitud tóxica puede contagiarse a cualquiera. La conducta cambia cuando el individuo se percibe en una posición de poder. Así que simplemente se convierten en otras personas… En algunos casos dejan de ser personas y pasan a ser sus alter egos. Sólo las mentes más fuertes logran escapar de la anestesia social que origina la llegada del poder y de la influencia.
La buena noticia, es que Twitter no es para siempre, así que los pedestales se irán transformando o destruyendo, a medida que esta herramienta vaya mutando; pues la precaria materia que los conforma, es tan estable como las personalidades de estas personas (yo opino que son inestables).
Aquí te dejo una lista de los gurús tóxicos que he podido identificar y la descripción de sus rasgos más evidentes… ¿Reconoces a alguno? ¿Te viene algún nombre a la mente?:
El Seductor: Aparece de la nada y empieza a seguirte. Posee una foto de imagen impecable, una Bio espléndida y un TL de lujo, además de miles de seguidores. Por lo que siempre da una excelente primera impresión, así que lo sigues. Días más tarde, te embauca dejándote de seguir. Y tú terminas pensando que dejó de seguirte porque 'hiciste algo malo'. Se dedica a esto todo el día y consigue así a muchos seguidores.
El Frío: Antes era una persona 'normal', pero ahora que cuenta con miles de seguidores, es incapaz de responder a la mención o la crítica de cualquiera de ellos, pues los considera 'plebeyos'. Siente que está por encima de los demás, y que Twitter es un monólogo en el que él es el único que tiene derecho de palabra. Actúa de forma fría y ajena, como si no existiera nadie más que él. Sólo sigue a una decena de 'afortunados' que se dedican a hacerle la pelota diariamente.
El Egocéntrico: Es el que piensa que Twitter no existe… él es Twitter. Sobrevalora tanto el haber conseguido tantos seguidores, que llega a pensar que es 'el rey' de todos ellos. Siente que puede hablar sobre cualquier tópico, así que habla sobre temas que ignora con una seguridad pasmosa, haciendo pensar a los demás que es experto en todo; desde tecnología, pasando por social media, incluyendo cómo bailar flamenco y saber hacer la mejor fabada del mundo. Por lo que muchos terminan embaucados y parafraseando cualquier falacia que haya tuiteado.
El Manipulador: Tiene la capacidad de atraer a muchos seguidores con su encanto personal, bromas, halagos, algunos tweets de interés y un toque de humor. Así se gana la confianza de muchos usuarios que deciden seguirlo con la esperanza de que él también los siga. Cosa que nunca termina haciendo, pues jamás estarán a 'su nivel'.
El Parásito: Vive de los RT de los demás. Desde su pedestal de miles de seguidores conseguidos a fuerza de muchos tweets, porque no hace nada más que tuitear; convierte en 'servidores' a varios buenos dinamizadores, que por hacerle la pelota, retuitean todo lo que publica. Utiliza su influencia para reclutar más dinamizadores que hagan el trabajo de difusión de sus tweets dándoles cada vez más seguidores.
El Mafioso: Se convierte en 'El Padrino' de un grupo muy cerrado que lo sigue y que él sigue de forma exclusiva, cuya proporción en número de seguidos en comparación con el resto de seguidores no llega al 1%. Desde su inexpugnable posición, tuitea cualquier cosa que es inmediatamente retuiteada por 'la familia'. Guarda un singular parecido con el 'Parásito'.
El Pseudo-Famoso: Ya era conocido públicamente antes de que existiera Twitter, pero no tanto como para llamarlo 'famoso'… Ha usado su reconocimiento para ir adquiriendo seguidores. Nunca tuitea nada interesante, y sus tweets son escasos. Simplemente no le importa nadie, pues él siempre será superior a los demás.
El Artificial: Para él, el fin justifica los medios, así que se ha hecho con miles de seguidores con la técnica de seguir a miles de usuarios, pero no interactúa con todos ellos, sino con un reducido grupo de 'ungidos', algunos de su misma raza artificial; con los que retuitea, conversa y bromea. El resto es sólo un vehículo al que parece despreciar, y que utiliza para alcanzar el mayor número posible de seguidores.
Reflexión: ¡Piensa un momento! ¿Estás siguiendo a algún gurú tóxico en Twitter? A uno que no sigue a nadie más que a un puñado de 'amigos'… Puede que tú mismo le hayas ayudado a convertirse en eso. Ayúdalo a volver a la realidad y a poner los pies en el suelo dejándolo de seguir.