Seguimos contándote aquí los mejores trucos para aprender a ir a rueda. Recuerda que esto no es importante solamente para tu mejora de rendimiento (o, más concretamente, para que puedas expresar tus fuerzas sobre la carretera de forma adecuada) sino también para tu seguridad y la de los demás usuarios de la vía pública. En otras palabras, que es casi obligatorio que atiendas a estas sugerencias…
- Relájate y disfruta. De nada nos va a servir meter muchas horas si no vas lo suficientemente relajado como para poder hacer las cosas bien. La tensión es el peor enemigo de ir a rueda, por lo que una de tus primeras labores será relajarte lo suficiente como para que esos nervios no te atenacen. Si vas cuadrado nunca conseguirás buenos resultados…así que quita el miedo.
- Intenta ir siempre con un desarrollo suave. La idea de ir a rueda es alcanzar siempre una velocidad similar a la del corredor que nos precede, por lo que tendremos que seguir con precisión hasta el mínimo cambio de ritmo que él haga. Para ello es importante que carguemos un desarrollo relativamente suave, que nos permita una capacidad de reacción suficiente ante esos cambios de velocidad. De lo contrario podemos encontrarnos haciendo repetidas series de sprint sin venir a cuento…
- Intenta evolucionar poco a poco. La mejor forma de llegar a controlar esta técnica es mejorando poco a poco. Los primeros días nos parecerá que vamos muy separados, y acercamos unos centímetros más nos creará mucha tensión. No te preocupes, de forma natural irás eliminando tus pequeños defectos y podrás conseguir un rendimiento óptimo.
- Fija tu mirada en el frente. Aquí tienes que tener especial cuidad. Intenta evitar el mirar a los lados y procura no mirar jamás atrás, porque ese giro del cuello provoca, a su vez, un pequeño vaivén en tu dirección que puede provocar una caída…y que, en cualquier caso, provocará que pierdas la rueda del corredor que te precede. Pero tampoco debes de cebarte en la rueda delantera, fijando tu mirada únicamente en ella. Recuerda que vas por una carretera abierta por lo que siempre, siempre, vas a tener que fijar uno de tus ojos en lo que ocurrirá unos metros más adelante. Recuerda, anticiparte a lo que ocurrirá es una forma de prevenir los accidentes.
- La postura, la postura. Cuida la posición encima de la bicicleta, para obtener rápidamente un rendimiento mejor. En primer lugar si tu posición es menos aerodinámica que la del corredor que te precede te verás frenado por el viento y necesitarás de mucho más esfuerzo para seguir su velocidad, por mucho que vayas a rueda. Además, una buena posición siempre debe de llevarte las manos cerca de los frenos, para que puedas reaccionar con rapidez y eficacia ante cualquier contingencia. En la goma de los frenos o, aun mejor, en la curva del manillar serían lugares ideales para que agarrases tu máquina…
- Avisa de las irregularidades de la carretera. Acostumbrate a avisar a los compañeros que te siguen de los baches, piedrecitas, coches aparcados…en general de cualquier cosa que pueda suponer un peligro en la carretera. Piensa que el día de mañana serás tú el que vaya tirando (no te hagas el remolón) y ellos dependen de tu buena dirección para conseguir evitar riesgos.