Revista Diario

Aprende a valorarte

Por Internautabipolar

  • Comprueba tus sentimientos.-

Primero hay que detectar si esa vaga sensación de malestar o tristeza que sentimos tiene que ver con el sentimiento de inferioridad. Pregúntate: ¿Me he relacionado con una persona a la que me estoy comparando?¿Qué tiene ella que me gustaría tener?” Después piensa si realmente te gustaría ser como esa persona y que tiene ella que tu no quieres tener o ser.
Llegarás a la conclusión de que aunque admires algo de aquella persona, no te cambiarías por ella.

  • Huye de las apariencias.-
  • A veces nos comparamos con otros y llegamos a la conclusión de que tienen o son más que nosotros guiándonos solo por las apariencias. Esa persona que parece más lista y espabilada que tu. ¿Realmente es tan inteligente como pretende hacer creer? ¿Te estás dejando deslumbrar por una imagen?
    Ten en cuenta que muy a menudo encontramos personas que saben vender muy bien una imagen de sí mismas que a veces no se corresponde con la realidad.

  • No seas crítico contigo mismo.-
  • Evita mirarte con los ojos de los demás o, mejor dicho, como crees que los otros te ven. A menudo tememos que nos miren de forma crítica, que detecten nuestros defectos, y nos sentimos evaluados negativamente. No intentes agradar a todo el mundo, siempre habrá alguien que te criticará. Lo importante es que no lo hagas tú. Adopta una actitud crítica con las opiniones de los demás acerca de ti. En última instancia, debes ser tú la persona que decide sobre ti mismo.

  • Sé tú fuente de valoración.-
  • No es malo emular a una persona digna de admiración. Así, por ejemplo, no es negativo observar a alguien con habilidades sociales para aprender de ella. Pero no quieras ser como esa persona tú ya sabes lo que quieres, lo que te gustaría conseguir. Trabaja para ello, pero no te obsesiones con querer ser como los demás. El gran éxito profesional que puedes envidiar en un compañero de trabajo puede haber sido a costa de una reducción de la vida privada; un precio que tú, quizá no estarías dispuesto a pagar.

  • Trabaja para ti.-
  • Haz las cosas a tu gusto, no al de los demás. Tu eres la persona que tiene que estar contenta con el resultado de tus actos y de tu trabajo. Tampoco pretendas ser perfecto, porque esto te vuelve a llevar a la comparación. Y si te comparas siempre encontrarás a alguien más perfecto que tú.

  • Busca tus puntos fuertes.-
  • Piensa en tus aspectos positivos. En vez de buscar lo que te falta, valora lo que tienes. En vez de fijarte en tus posibles fallos y defectos, concéntrate más en tus puntos fuertes. Haz una lista de los aspectos positivos que posees: cuáles son tus puntos atractivos, tus dones, tus capacidades… Y cuando elabores esta lista, es importante que lo hagas como si no fueses tú la persona que pone los calificativos sino un buen amigo que te conoce bien.

  • Rodéate de gente que te quiere.-
  • Aléjate de las personas que te puedan hacer daño y busca la compañía de la gente que te quiere. A veces no es posible evitar el contacto con las personas que en un momento dado te pueden dañar la autoestima –compañeros de trabajo, clientes…-, pero si les puedes quitar importancia. ¿Realmente te importa qué piensa de ti esa persona? Si prestas más atención a aquellos que te quieren, te sentirás más apreciado y no necesitarás compararte con otros.

  • Cultiva tu individualidad.-
  • Cuando te comparas y quieres ser como otro, pierdes tu singularidad aunque creas que no tienes un don especial que te haga interesante, seguro que hay cosas que se te dan bien, que te gustan y que te son útiles para ti y para los demás. Recuerda que nadie es perfecto, que cada persona es única en el mundo.


    Volver a la Portada de Logo Paperblog

    Dossier Paperblog