En Rincón del Músculo tenemos bien en claro que una de las causas más importantes por la que los lectores entrenan y se informan con nuestros artículos es porque desean verse bien más allá de las diferentes mejoras físiológicas y/o atléticas que el entrenamiento produce. Eliminar ese exceso de grasa (por más mínimo que sea) para lograr tener una estética realmente agradable, con unos abdominales definidos no es tarea sencilla. Es por esto que muchas personas recurren a los famosos quemadores de grasa o fat-burners con el ideal de lograr eliminar esos kilogramos de más y verse realmente bien. El objetivo de este artículo es informar a todos nuestros lectores sobre estos productos para que puedan utilizarlos de forma inteligente, priorizando siempre su salud, y evitando cualquier tipo de conducta que la perjudique ya sea a corto como a largo plazo.
Para comenzar debemos aclarar que existen diferentes tipos de suplementos para la disminución de peso en cuanto a su mecanismo de acción principal. Específicamente en este artículo abordaremos los dos más populares en cuanto a la utilización en la sociedad moderna: los termogénicos y los lipolíticos. Existen también aquellos que suprimen el apetito (efecto anorexígeno) y los que podrían interferir con la absorción de las grasas en particular, pero debido a que no son los más populares y que además dichas capacidades pueden encontrarse también en los que hemos mencionado anteriormente, no será el objetivo de este artículo interiorizarnos en ellos por separado.
Los suplementos llamados vulgarmente termogénicos, son aquellos que estimulan la tasa metabólica. Su mecanismo de acción se basa principalmente en el aumento de la temperatura corporal y del metabolismo basal, lo que deriva en una oxidación de las grasas y como resultado se obtiene la pérdida de peso en el individuo en cuestión. Entre estos suplementos se encuentran la efedrina, la cafeína, el té verde y el piruvato, entre otros. Es de vital importancia destacar que el primero de los mencionados por si sólo o en combinación con el segundo (lo que popularmente se conoce como ECA) suele ser muy nocivo para la salud y en muchos deportes y disciplinas deportivas se encuentra prohibido resultando positivo en las evaluaciones de antidoping.
Los suplementos lipolíticos afirman estimular la lipólisis en el tejido adiposo, es decir maximizar la oxidación de las grasas. En este proceso producido a nivel metabólico, los lípidos del organismo se transforman en ácidos grasos y glicerol, para poder ser utilizados posteriormente como fuentes de energía. En este grupo hallamos a la L-Carnitina, el picolinato de cromo, el té verde, el ácido hidroxicítrico (HCA) y el ácido linoleico conjugado (CLA), entre otros.
En conclusión sabemos que existen diversos suplementos deportivos cuya función se basa en la oxidación de las grasas, pero siempre debemos tener en claro algo vital: ninguno de estos productos tienen efectos “mágicos” ni pueden suplantar los resultados de una alimentación, entrenamiento y descanso adecuados. De hecho, tendrán resultados positivos en nuestro cuerpo y podremos aprovechar sus beneficios realmente, siempre que cumplamos con los requisitos mencionados anteriormente, y no antes. Recuerda siempre que por algo son llamados “suplementos”. Ellos brindan una ayuda en el logro de nuestros objetivos, pero no son la clave. Cumple siempre con los tres pilares básicos para el logro de una buena salud y calidad de vida, y pronto los resultados van a sorprenderte.
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