Con el arte de enseñar podemos lograr amistades verdaderas pues nos ganamos el aprecio de quienes ayudamos sinceramente y a la vez nos ayudamos a nosotros mismos, pues es muy grande la paz y felicidad que sentimos cuando logramos que otros nos quieran, cuando logramos dejar un legado en las personas que alguna vez conocimos es cuando podemos realmente decir que nuestra vida valió la pena.Nuestro mundo necesita cada día personas que enseñen sin interés alguno, estas personas son vitales para una mejor sociedad, pues una sociedad donde el conocimiento este al alcance de todos y quienes enseñen lo hagan con amor y pasión en vez de hacerlo por recompensa alguna, será en esa sociedad donde haya prosperidad y justicia y no en donde el conocimiento sea comercializado para que unos pocos accedan a este.
